Icono del sitio iGastro Aragón: Noticias de gastronomía en Aragón

Casa Frauca, la cocina y el trato de siempre

Casa Frauca GOC
Comedor principal de Casa Frauca, que aún mantiene la barra original. FOTO: gabi Orte / Chilindrón

Comedor principal de Casa Frauca, que aún mantiene la barra original. FOTO: gabi Orte / Chilindrón

Si aprovecha este verano para descubrir o revisitar Ordesa, que para eso estamos de centenario, una de las paradas obligadas para disfrutar de la gastronomía del entorno se encuentra en Sarvisé, Casa Frauca. Que, además, ejemplifica la evolución de la restauración en Sobrarbe.

Hace decenios que comenzó como alojamiento, enmarcado dentro del ‘turismo verde’, pero Carmen Villacampa en la cocina, y su esposo, Francisco López, apoyando desde fuera, además de mantener su ganado bovino, comenzaron con el restaurante y, posteriormente la ampliación y mejora de las habitaciones. Premios como el de Mejor restaurante familiar, concedido por la Academia Aragonesa de Gastronomía en 2007 o la placa al Mérito Turístico en la categoría de restaurantes, cuatro años después avalan esta trayectoria.

Hoy, con la siguiente generación plenamente integrada –Miguel y Elena– nos encontramos ante un confortable y acogedor hotel de montaña, con una gastronomía excepcional, que mima la cocina tradicional, pero no desdeña las imprescindibles actualizaciones. Y siempre a partir de productos del entorno.

Como el excepcional tomate que ya madura allí, los espárragos en su momento, las judietas, las trufas –ahora la de verano−, las chiretas, las carnes del valle, especialmente el cordero, el cabrito y el vacuno…

Así, nunca faltan los guisos, clásicos como su Albóndigas de ternasco con manitas, los diversos chilindrones, o el Arroz con setas y longaniza, o con conejo y caracoles. Tampoco son para omitir sus asados, como la Paletilla de cordero del Valle del Broto con patatas a lo pobre, o las carnes, que proceden de ganaderos del valle, especialmente la ternera.

En los postres se permiten mayor creatividad, por más que nunca falte otro clásico, los Crespillos con helado. Y dado que las raciones son generosas, hay que reservarse para el dulce final.

Al frente de la sala, Miguel, el hijo, propone los bien elegidos vinos de la carta, en los que priman los de la zona, pero sin desatender el resto del país.

Para disfrutar aún más, es recomendable pernoctar allí, en cualquiera de sus doce coquetas habitaciones, especialmente las abuhardilladas. Además de las vistas al Pirineo, el jardín, la terraza, los salones comunes, y las numerosas actividades al aire libre que se pueden practicar en el entorno. Con generosos y nutritivos desayunos, singularizados por el zumo de manzana que elaboran ellos mismos, o los embutidos de la zona.

Si, para finalizar, el trato es cercano y familiar, como así sucede cotidianamente, el placer se multiplica. Descúbralo.

Arroz meloso con setas y longaniza, una de las especialidades de la casa. FOTO: Gabi orte / Chilindrón.

La ficha

Iglesia, 2. Sarvisé. 974 486 353.

reservas

Horario: de 13.30 a 15.30 y de 21 a 23 horas No cierra. Admite tarjetas. Menú del día: 22,75 euros, bebida incluida, de lunes a viernes; fin de semana: 24,75 euros, bebida incluida.  Precio medio carta: sobre 40 euros. Dispone de tres comedores, uno de ellos para 25 personas. Buen acceso discapacitados. Aparcamiento propio.

Salir de la versión móvil