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BARES QUÉ LUGARES. ¡Una de gambas! ¡Oído!

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Papá, Estas navidades ¿comeremos gambas? Claro tesoro, como todas las Navidades» y así de este palo se esperaban las comidas festivas 500 años antes de Cristo, luego llegaron los otros y nos hartaron de bichos… pero eso es para otro relato.

Lo cierto es que en los bares de nuestros lugares tenemos de todo, de varias calidades y precio, de diferentes elaboraciones –no tantas– y, como no puede ser de otra manera, de bandejeo del super cuan destroyer en apocalipsis now.

Tampoco os voy a decir que ha sido fácil, noviembre no es gracioso con la hostelería y con las gambas parece que tampoco, pero os hemos rescatado del universo y su reverso siete locales como siete soles, alguno con solete, para que juguéis con la pareja al rechupeteo.

Buscamos diferentes formas de comer gambas, porque así no nos aburrimos y podemos sonreír al viento mientras ella nos recuerda que «a dios pongo por testigo que no dejaré de comer gambas», pero diferentes.

Bueno pues, enchufamos la cassete con Los Pecos y nos fuimos derechitos al Café de Levante –Almagro, 4. 50004 Zaragoza. 976 223 670–, local con solera lo mires por donde lo mires y tiene donde mirar. Si estabais por aquí en 1895 seguramente iríais a la inauguración, fue la leche. Merece la pena probar sus gambas rebozadas en gabardina, con una disposición del bicho, llamémosle 3.0, al pelarlas por completo e insertarlas en largo con el palito quedando completamente rectas; después, la orly hace el resto. Por lo demás disfruten el momento.

Decir Taberna El Papagayo –Jordán de Urriés, 4. 50001 Zaragoza. 686 125 848–, es decir simpatía de familia y bien de sonrisas. Hace cinco años participaron en el concurso de tapas de Zaragoza y provincia con una propuesta sorprendente, el Perrigamba, un pan de los de las salchichas calentito y unas gambas troceadas a cuchillo con su salsa rosa fría. Lo sé, os preguntáis qué lleva la salsa y lo preguntamos. No se negaron a contarlo, lo único, que después tendrían que matarnos. ¿Qué ocurrió? Que estábamos a principio del artículo y no era plan.

Seguimos andando hacia el Coso, como es hacia abajo, para disfrutar en El Windsor –Coso, 127. 50001 Zaragoza- 976 022 096–, de unas gambas de cristal esa rareza que nos viene de Cádiz y cuya particularidad es que su piel es extremadamente blanda y te la puedes comer sin pelar, entera. Es un local acogedor y cosmopolita con una calidad humana en el servicio de enamorar. Tienes a Ana que te ayudará en el vino, Pascual que te guiará por la carta y Antonio –que ya es emérito–, si te pilla, te doctora una tesis de producto que flipas, con la tempura que les hacen a sus cristal sólo para que no los olvides por los siglos de los siglos, amén.

El humano ha venido a este mundo a dos cosas principalmente, comer borraja y de vermú unas gambas plancha. En Casa El Pescatero –Andrés Piquer, 4. 50006. Zaragoza. 727 767 315–, lo saben; a lo mejor la borraja te la cambian por unas chirlas a la plancha, pero lo saben. Ángel tiene un local muy marinero, recién estrenado su solete Repsol, y unos productos bien cuidados; nadie los cuestiona, para qué, si en sus manos se está muy bien. Su gamba blanca, de un calibre medio/alto, es la reina de la barra. Su color y su olor te da la pista de que vas a pasar un buen rato y no hay error, no fallan. Desde aquí un cariño muy grande a todo Huelva.

Cuando te dicen que es comida de la costa de Ecuador, y que te lo estás comiendo en Cevichería Galápagos –Graus. 25. 50010 Zaragoza. 976 245 840–, ¡cómo no deciros que estamos en el lugar apropiado para probar un buen ceviche! El ambiente pausado donde Alexandra orquesta todo, mientras esperamos el plato es como una filosofía de vida. Como tal el ceviche está terminado, pero te dejan las opciones de más limón o picante al gusto, como guarniciones extra siempre presente el arroz y los chips de plátano macho –adictivos–. La presentación es muy poderosa, el bol del ceviche rebosa gambas perfectamente evisceradas, con tomaticos, cebolla roja y los jugos de su maceración. Se agradecen comidas autóctonas que nos ayuden a abrir la cabeza, no todo van a ser sopas de ajo. Un saludo Borys.

Puede que te pierdas, puede que no llegues, pero en Boca Boca –Virginia Woolf, 5. 50018 Zaragoza. 624 600 134– te están esperando con unas sonrisas de lado a lado. Es un bar chiquitico, con una muy amplia terraza peatonal que los vecinos, adictos a sus elaboraciones la van rotando. Pero hemos venido a por su vasito de gamba, tan cuqui él; en su vasito de carajillo tan castizo él; nos encanta. Fiamma & Boris montan una mahonesa con chile chipotle para darle un poco de rasmia y una gamba rebozada en panko para el crujir del personal. Gusta, en un momento volaron unos cuantos. Nos dicen que han abierto un bar nuevo por el centro, suerte criaturas que está la cosa mu mal.

Y en el centro del mismo centro, al lado justo de ese centro, nos encontramos El Rincón de Costa –Costa, 8. 50001 Zaragoza. 687 212 307– local sin complejos donde nos ofrecen dos versiones de gamba. Primero una brocheta con siete u ocho piezas peladas listas para pasar a planchar –menuda pinta– y otra que me cautivó por el efecto nostálgico que tiene en mí el otoño, en sus buenos momentos tenían el pseudónimo de gambas de repostería, que se traduce en una brocheta de gambas con olivas, mahonesa y perifollo de huevo duro. Parece simple, pero para encontrar una combinación equilibrada tienes que jugar bien tus cartas.

Sabemos que hay más sitios, más opciones, más versiones, pero recordar: somos bares, tapeamos en barra y somos soñadores, volamos lo que el viento quiere y os dejamos un correo por si comentamos, añadimos, proponemos, sugerimos, ah! y nos sentimos orgullosos:
baresquelugares.gastro@gmail.com.

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