Aasistentes a la presentación: miembros de la asociación de fabricantes de Longaniza de Graus, autoridades locales, voluntarias de la asociación de mujeres y Consuelo Arcas. Foto de Elena Fortuño.
La reconocida periodista Pepa Fernández Vallés será la tastadora de la próxima edición de la Fiesta de la Longaniza de Graus, que se celebrará el último fin de semana de julio. Con esta designación, se rinde homenaje a una de las voces más influyentes de la radio española y mantiene viva una figura clave en la tradición de la matacía: el tastador.
La figura del tastador o tasté, tal como se conocía en tiempos antiguos en la Ribagorza y el Pirineo, representaba al experto que, durante la elaboración del mondongo en la matacía, probaba y valoraba el punto justo de la carne antes de dar su visto bueno. Eugenio Monesma, en su discurso como tastador en 2022, recordaba que era una persona veterana y sabia, encargada de confirmar que el aliño y las esencias eran los adecuados para continuar con el proceso. Hoy, esta figura simbólica se mantiene como parte esencial del ritual colectivo y festivo que representa la Longaniza de Graus, uno de los eventos gastronómicos más singulares de Aragón.
Tras el paso del programa No es un día cualquiera por Graus en diciembre de 2024, con motivo de la Feria de la Trufa, fue Consuelo Arcas quien, entusiasmada por la cercanía y sensibilidad de Pepa Fernández durante su estancia en su establecimiento hotelero, propuso su nombre como tastadora para esta edición. La periodista, encantada con la experiencia vivida en la localidad y su gente, aceptó la invitación sin dudarlo.
Pepa Fernández es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y ha desarrollado una brillante carrera en RTVE desde 1993. Es directora y presentadora del veterano programa de RNE “No es un día cualquiera”, referente del periodismo radiofónico con el que ha recorrido todo el país y ha recibido múltiples reconocimientos, entre ellos dos Premios Ondas, el Premio Miguel Delibes, el Premio Concha García Campoy y la Antena de Oro, entre muchos otros. También ha sido profesora universitaria y autora del libro Lo que la vida enseña.
Además de su trayectoria profesional, ha mantenido un vínculo afectivo y personal con la Ribagorza, comarca que visitó con frecuencia en su juventud y le permitió conocer de cerca su paisaje, su gente y sus costumbres. Su conexión con el territorio refuerza el valor simbólico de su papel como tastadora en esta edición de la fiesta.
En la edición anterior, Mari Pau Huguet desempeñó con entusiasmo y cercanía el rol de tastadora, dejando el listón muy alto como embajadora de la Longaniza de Graus. Su participación, marcada por la simpatía y la implicación con la cultura aragonesa, fue muy bien recibida tanto por el público como por la organización, consolidando esta figura como parte esencial del acto central de la fiesta.
Con su designación como tastadora, Fernández se suma a una ilustre lista de personalidades que han asumido este simbólico rol en la fiesta grausina: Antonio Angulo (2011), Carlos Barrabés (2012), José María Vilas Aventín (2013), Santiago Costa Miranda (2014), Toni Piniés (2015), Luz Gabás (2016), Ildefonso García Serena (2017), Inés Plana Giné (2018), Manuel Campo Vidal (2019), Ignacio Cardona Orozco (2020/2021), Eugenio Monesma (2022), Enrique Serveto (2023) y Mari Pau Huguet (2024).
El anuncio tuvo lugar en el espacio museístico de “Casa Paco”, rodeados de representantes de la Asociación de Fabricantes de Longaniza de Graus, autoridades locales, voluntarias de la Asociación de Mujeres y Doña Consuelo Arcas, quien propuso con entusiasmo el nombre de Pepa Fernández para ser la tastadora de este año.
La Fiesta de la Longaniza de Graus celebra no solo un producto gastronómico emblemático, sino todo un legado cultural transmitido durante generaciones. Gracias al compromiso de las fábricas Aventín, Melsa y Maella, al Ayuntamiento de Graus, Comarca de Ribagorza, Diputación Provincial de Huesca, Aragón Alimentos, a las personas voluntarias, y al arraigo de esta tradición, sigue siendo una celebración viva, participativa y reconocida dentro y fuera del Alto Aragón.