Casquería y mucho más en Madrid
Vista de uno de los comedores de la fonda.
Íbamos recomendados por un amigo, pero no esperábamos que nos recibieran ofreciéndonos una copa de cerveza –«la mejor del mundo» afirmaron–, que era de Ambar. Tras escuchar nuestro acento, evidencia de nuestro origen, la comunión con la casa fue perfecta. Habíamos elegido el lugar gracias a un plato en concreto, el Conejo Guisado al estilo de la Abuela de David Remartínez, periodista y escritor aragonés.
Que sí, justificó la cena, junto a otros pertenecientes al amplio y diverso acervo gastronómico español. Como las Mollejas apoteósicas, los Callos de ternera con morro y pata al punto picante o, en otra línea, también muy lograda, un magnífico Escabeche de raya a la naranja. Fuera de carta ofrecían Sesos de cordero, que probamos –recordando cuando eran habituales en los restaurantes– y Fabada asturiana, con la que ya no nos atrevimos.
Las cantidades son generosas, como debe ser en una fonda, de ahí que la casa ofrezca medias raciones o sugiera compartir los platos entre los comensales. Así que tuvimos que dejar para otro viaje propuestas tan sugerentes como Arroz a banda en paella con caldo de galera, Pescado de lonja de Conil de anzuelo con guiso de pochas frescas y calamar o Pechuga de pularda con pesto de ave y acelga pak choi; comida reconocible en definitiva, bien guisada y presentada, levemente actualizada para sumarse a los cánones actuales en cuanto a la ligereza. Como los postres, un sugerente Tatin de pera con helado de vainilla, por ejemplo.
El comedor resulta muy agradable –disponen de otro en la terraza cerrada, con una exposición de pintura en las paredes y mesas amplias y bien separadas. Y sorprende en estos tiempos la profesionalidad y amabilidad del equipo de servicio de sala, ¡cómo para traérnoslo a Zaragoza y que den ejemplo! Sabían perfectamente lo que se traían entre platos.
Una variada carta de vinos, en la que no faltan algunos aragoneses –Enate y Breca– con una buena selección de espumosos completan los atractivos de esta fonda de lujo que sí inspira confianza. Volveremos.
Y mientras tanto, al modo de esas fondas que disponían de libros y revistas para los clientes, esta nos ofrece diferentes historias en torno a sus platos en su página web, con lo que se anticipa o prolonga el placer de la degustación.
Conejo guisado según la receta de la abuela del periodista David Remartínez. Foto: Fonda La Confianza.
La Fonda de la Confianza. General Gallegos, 1. 28036 Madrid. 915 613 365. Horario: de lunes a sábados, de 13.30 a 23.45 horas; hasta la 1 en terraza y 2.30 horas en el interior; domingos, de 13.30 a 17 horas. Precio medio a la carta: 50 euros. Dispone de medias raciones. Carta especial: de 16 a 20.15 horas. Terraza cubierta.