La primera edición a nivel autonómico reúne a establecimientos de Zaragoza, Huesca y Teruel y reivindica un modelo más selectivo y sostenible para la hostelería
Presentación del festival, con alguno de los participantes. Foto: La Tilde.
Aragón ya está empanado. Hoy se ha presentado oficialmente en Puerta Cinegia la primera edición territorial del Aragón Cachopo Fest, un festival gastronómico que reúne a 40 establecimientos de la comunidad y que se celebrará del 20 al 30 de noviembre en todo el territorio.
El acto, celebrado a las 12:00h con la presencia de patrocinadores, organizadores, medios de comunicación y creadores de contenido, ha contado con la participación de los cinco primeros locales inscritos, que han mostrado sus propuestas en directo:
- Zipi-Zape – Cachopato
- Café Bar Picardía – Picardía Aragonesa
- Taberna Modorro – Mesache
- Cachopo Loco Puerta Cinegia – Cachopo Trufado
- Bar Ágora – Cachopo Carbonara
Un festival transversal: Huesca, Zaragoza y un primer paso con Teruel
La organización ha confirmado la participación de ocho establecimientos de la provincia de Huesca, uno de Teruel y el resto de la provincia de Zaragoza.
Respecto a la presencia turolense, explican:
“Cada edición construye territorio. Este año contamos con un establecimiento de Teruel y tomamos esta participación como un punto de partida. El objetivo es crecer con la provincia en próximas ediciones.”
40 propuestas: una selección más cuidada, sostenible y rentable
El Aragón Cachopo Fest apuesta por un modelo más selectivo, alejado de la masificación habitual de algunos festivales gastronómicos.
Según la organización:
“Hemos aprendido que en gastronomía menos es más. Con 40 propuestas garantizamos más visibilidad, mayor venta y una experiencia más equilibrada tanto para los locales como para el público.”
Este enfoque responde a la trayectoria de Zaragoza Food Fest desde 2018, donde se ha demostrado que un número reducido de participantes genera mejores resultados y evita la saturación del consumo.
Creatividad, producto local y propuestas de autor
Las 40 creaciones de esta edición ofrecen un recorrido amplio por la cocina aragonesa contemporánea, con propuestas que reivindican producto local —jamón de Teruel, queso Tronchón, borraja, longaniza, tomate de Caspe o queso Letux— junto a elaboraciones creativas con influencias internacionales.
como los TresCroquechopos de Casa Arriazu, pequeños manifiestos en forma de croqueta-cachopo con salsas individuales. Foto: La Tilde
Un territorio que cabe entre dos filetes: viaje sensorial por los cachopos más originales, más aragoneses y más rotundos del festival
- El Aragón Cachopo Fest es, sobre todo, un mapa comestible. Un viaje que empieza en los valles, sube a los puertos, atraviesa huertas y desemboca en barras donde la imaginación pesa tanto como la tradición. Las propuestas de esta edición lo demuestran: aquí el cachopo es formato, pero también es identidad, oficio y descaro.
- Hay cocinas que han decidido mirar de frente al territorio, como la Taberna Modorro, que firma un Mesache tan aragonés que podría llevar escudo: ternera tierna, longaniza de Aragón, queso Tronchón de Teruel y pimientos verdes del huerto. O Bloody, que convierte su Quitapenas en una postal de proximidad a base de jamón de Teruel, Letux y tomate de Caspe. También Picardía hace patria: su Picardía Aragonesa abraza jamón de Teruel, rulo de cabra, borraja y almendra picada en un empanado que es puro ADN local.
- Junto a ellos, aparecen los rompedores, los que entienden el cachopo como un lienzo que permite viajar sin billetes: el Napolitano de Dahlia, coronado con tomate frito, queso fundente y rodajas de tomate natural; el K-Pop Cachopo Burger de MAI TAI, que introduce el ganjang coreano, berenjena caramelizada en frutos rojos asiáticos y un chip de jamón de Teruel que lo devuelve a casa; o el Sobrado de Caníbal Royal, una mezcla casi clandestina de lomo bajo, sobrasada de buey, camembert y miel de bosque.
- Luego están los clásicos renovados, que mantienen la esencia asturiana pero la afinan con técnica y precisión. Una verdadera escuela. El Cachopo de primera de Bar Cirilo, hecho a mano y con pan rallado “de pueblo”, el Montañés que distintos locales reinterpretan con boletus, panceta ibérica y queso Idiazabal, o la versión XXL de Restaurante Santa Belinda, que apuesta por la contundencia asturiana con jamón ibérico, patatas, huevos y pimientos de Padrón.
- Pero Aragón también aporta autoría pura, la que exige horas de cocción, fondos, paciencia y precisión. El Torete de Restaurante Duran5, relleno de rabo de toro estofado al vino garnacha; el Cacho-Roto de Bocachica, con jamón, Idiazabal, panceta y huevos rotos; o el Cachópez de El Castillo, que combina ternera del Alto Aragón con quesos del Pirineo y birutas de panceta ibérica de Teruel rebozadas en panko.
- La creatividad sigue en propuestas como los TresCroquechopos de Casa Arriazu, pequeños manifiestos en forma de croqueta-cachopo con salsas individuales; el Cachopo Marboré, con cecina y mozzarella ahumada; o el Antillonchop, que reivindica el producto de la tierra con jamón de Teruel y quesos locales.
- Y por supuesto, está la excelencia reconocida, los que llevan el nombre de Aragón por el mundo:
el Cachopo Trufado de Cachopo Loco Puerta Cinegia, con vaca madurada, jamón ibérico y trufa negra; el Picaro de Hambre Voraz, que combina Movera, picadillo soriano y queso de tetilla; el Cachopo trufado de Las Torres, con huevos escalfados; o el La joya de la corona de Señor Cachopo, subcampeón mundial 2025, con Idiazabal ahumado, pimientos del piquillo confitados y picaña ultramadurada. - Todo este universo se completa con versiones gigantes, mini, francesas, picantes, gourmet, clásicas o atrevidas, como las de Santa Belinda, La Doris, Memory, Birrosta o HAM Fresh Burger, que reivindica la vaca vieja con un toque blue frites francés.
- En conjunto, este recorrido demuestra algo importante: en Aragón no solo hacemos cachopos, hacemos discurso gastronómico. Cada propuesta cuenta una historia distinta. Algunas hablan de territorio, otras de creatividad y otras de técnica. Pero todas, sin excepción, hablan de identidad, hambre y carácter.
- Porque si algo demuestra este festival es que entre dos filetes no solo cabe queso… cabe Aragón entero.
El festival también reúne a los grandes referentes aragoneses del cachopo:
- Restaurante Más Torres, Campeón del Mundo del Mejor Cachopo 2024.
- Señor Cachopo, Subcampeón Mundial 2025.
Un festival, no un concurso
La organización ha insistido en el espíritu del evento: “Aragón Cachopo Fest no es un concurso, es un homenaje gastronómico. Aquí no se compite: se celebra el producto, la creatividad y el territorio.”