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TINTA DE CALAMAR. El clic

Tinta de calamar Joan Rosell

extraterrestres BN

 

20 de julio. Hemos comenzado el experimento. Los papeles están en regla. Los trámites que hacen estos terrícolas para poder abrir un negocio son realmente algo extraño. Me han pedido un montón de cosas que analizadas críticamente no tienen ninguna razón de ser. En fin. Mañana abrimos el restaurante.

21 de julio. Antes de abrir he ido a espiar al restaurante de enfrente. Tenemos la partida ganada. El Sartenazo se llama.
El cocinero es un tal Paco al que en el barrio llaman el guarro. Su especialidad es hacer huevos fritos con chorizo. Da un vino de mala calidad y no es barato precisamente. La guerra está prácticamente dominada.

22 de julio. Algo ha fallado. Lo estoy analizando. Ayer para la inauguración invitamos a todo el que entrara a tapas y cerveza. Entraron 18 personas a lo largo de la tarde. Paco estaba lleno a reventar. Con toda esa suciedad y esos precios.
Curiosos los terrícolas. A ver mañana. Probaremos la técnica termostática aeroterráquea –desconocida en este planeta– con unas alcachofas de temporada.

23 de julio. No funcionó la técnica. Quizás sea demasiado novedosa para estos seres tan rudimentarios, no lo sé.
La gente decía que mi comida era rara. Mi vecino Paco ha vuelto a llenar el establecimiento.
Mañana intentaremos otra cosa.

24 de julio. La intentona de hoy volvió a ser del todo infructuosa. Comienzo a no comprender nada. Hoy he cocinado los mismos platos que hace mi vecino Paco y además de rebajarles el precio he colocado un cartel de 2+1. No ha servido para nada. El guarro… ha vuelto a llenar el establecimiento.

25 de julio. Otro fracaso. He cerrado y he pasado a tomar una cerveza con el marrano de mi vecino.
Es un tipo divertido. Algo elemental, pero buen tipo. Le he preguntado por el truco para llenar a todas horas. Me dice que no lo sabe. Él le llama el click. Dice que es como acertar a apretar un botón invisible que nadie sabe dónde está y la gente comienza a entrarte como por castigo. Creo que se burla de mí.
Por cierto, me ha cobrado tres euros por la caña.

26 de julio. He vuelto a experimentar con técnicas de nuestro planeta. He preparado el chuletón de ternera madurada con un aderezo de metazinas 56. Nada. Ni lo han probado.
Las tapas llevaban todas ellas un buen soplo de mutanato 94D para realzar los sabores y las texturas. Nada.
El guarro del vecino ha vuelto a hacer 25 platos de huevos fritos, 300 bocadillos varios, cientos de banderillas y ha tirado tres barriles de cerveza. Sigo investigando, pero las conclusiones pueden ser realmente extrañas.

27 de julio. He hablado con los de la cerveza. Tenemos al mismo distribuidor. Le he contado lo de el click. Me dicen los de la cerveza que no se llama click, se llama flor en el culo. Investigaré el hecho me resulta curioso.

28 de julio. No he abierto el restaurante. Me resulta tedioso el estar allí esperando.
He pasado al guarro y me he comido unos huevos con chistorra y patatas fritas. Un par de vasos de vino tinto, un pacharán y he aprendido una nueva técnica de estudio. Se llama guiñote.

29 de julio. Doy por terminada la investigación. Coincido con los compañeros que han analizado los restaurantes en Urano, en RT56 y en Krypton. Es completamente imposible el dar con el truco del llenazo absoluto.
Por mi parte, recomiendo bautizar el hecho fortuito como flor en el culo, los de la cerveza me han parecido gente sabia.
Indagación concluida. Me paso al Paco, que me esperan para investigar un nuevo método para mí llamado mus.

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