No, no nos hemos contagiado ni nada. Ciertamente, recluido en casa, por mucho que suene el teléfono, es difícil pulsar los recovecos de la actualidad, más allá de redes y medios de comunicación. Sin embargo, para dar constancia de su existencia, confitada antes que cofinada, el tapao retoma su  espacio. No sin antes, solidarizarse con un sector que lo tiene muy, muy crudo.

 

 

El presidente de los hosteleros españoles, el aragonés José Luis Yzuel, no solo ha superado satisfactoriamente el Covid-19, sino que se ha revelado como un excelente cantante balconero. ¿Aprendería cuando regentó, a finales del siglo pasado, un concurrido karaoke a orillas del Ebro?

 

 

Pocos son los que suelen entrar, con confianza, en las cocinas de bares y restaurantes. Por lo que la mayoría de los clientes desconoce cómo trabajan quienes les dan de comer. El cese de la actividad ha provocado que muchos cocineros cuelguen vídeos en su cocina doméstica, ejemplificando −lo quieran o no− su relación con la pulcritud y la limpieza. Otros, quizá sin ser conscientes del momento proponen recetas de imposible cumplimiento en una cocina normal, por falta de ingredientes o utensilios. Los hay quienes alardean de una solidaridad que suena a oportunismo. Es comprensible que el confinamiento altere el normal comportamiento de las gentes, pero ¡tanto! Por ello, no daremos nombres, basta con navegar.

 

 

Menuda la ha líado el presidente de los enólogos españoles, Santiago Jordi Martín. Publicó una nota el pasado 23 de marzo en la página oficial de la Federación Española de Enología,  en la que, «con la debida precaución» y «tras un debate con importantes representantes de la comunidad médica y otras asociaciones internacionales de enólogos», señala entre otros aspectos, que «el consumo moderado de vino, vinculado al consumo responsable, puedo contribuir a una mejor higiene de la cavidad bucal y la faringe, esta última zona donde anidan los virus durante las infecciones».
Lo cierto es que la
propia Organización Mundial de la Salud publicó un comunicado en el que afirmaba: «Demostrado: Beber alcohol no lo protegerá de la Covid-19 y podría ser peligroso».
Afortunadamente, el pasado 3 de abril, ya en otras nota, emitida ante la repercusión de la primera, aclara que «en ningún caso, en el comunicado inicial se ha afirmado ni aseverado que haya una relación directa entre el consumo moderado de vino y la prevención de contagio por coronavirus».

 

 

La pregunta de la semana
¿Cuándo y cómo volveremos a los bares y restaurantes?