Los ocupados, los vagos, los confiados, los adictos al comercio electrónico, los ’amazonistas’, etc., ya pueden respirar tranquilos. Ya están aquí, ya ha llegado. La poderosa Amazon ha puesto en marcha su servicio de envío de productos alimentarios frescos y secos, para competir, se supone, con los supermercados y cadenas que ya ofrecen este servicio.

Que, ¡faltaría más!, será el más rápido, el mejor surtido, de momento el más económico, pero… que, por ahora, según se ha publicado en este periódico, bajo el titular Así es el super de Amazon, 6000 productos frescos, pero sin borraja, poca atención hay hacia los productos locales, que suponen apenas un 5% del total.

Escribe uno de oídas, pues no es cliente de dicha empresa global, pero además de la borraja tampoco se puede encontrar ternasco o longaniza de Graus, para gran dolor de Georgina, la de Cristiano. Sí hay chocolates, cerveza, vino, jamón o melocotón de Calanda. Según sus responsables se irá incorporando producto local según aumente la demanda.

Ciertamente, el asunto no afecta al firmante, aunque quizá sí haga daño a alguna de las consolidadas cadenas que ya ofertan este tipo de servicios. ¡Es el mercado, amigo!

Comprar, especialmente los frescos, es todavía para muchos una actividad social, una obligada tarea que permite conectar y establecer relaciones personales con los vendedores. Recuerden que aún quedan en muchos supermercados personas tras el mostrador de los pescados, carnes o chacinería. Y, por supuesto, en mercados y pequeños comercios, a los que probablemente el desembarco del gigante apenas les afectará.

Salvo confinamiento obligado, uno seguirá pateando la calle para seguir comprando –salvo esos productos estandarizados que tanto pesan u ocupan y pueden justificar la necesidad del reparto– y dando vida a la ciudad. Esperando que las calles no se desocupen, que desaparezcan los locales cerrados y la vida se mantenga en la ciudad.

Y sí, quizá, cuando quiera disfrutar de esa pasta tan especial, que solamente se vende en Italia, le diga a algún amigo que me la pida, aunque sea a través de dicha plataforma, a la que no se, ni quiero, acceder.

Para vegetales frescos, los que se encuentran cada miércoles, viernes y sábado en los mercados agroecológicos de Zaragoza, de los que varios, por cierto, también sirven a domicilio. Los mismos productores.