
Con motivo de los preparativos de la vuelta de las históricas pinturas murales del Monasterio de Sijena a Aragón, la Familia Langa ha querido rendir homenaje a uno de los enclaves patrimoniales más emblemáticos de nuestra historia mediante la elaboración de una edición especial de cava: Monasterio de Sijena.
Este proyecto nace como un acto de reconocimiento a la memoria, la identidad y el legado cultural que representa el Real Monasterio de Santa María de Sijena, fundado en el año 1188 por la reina Doña Sancha de Castilla, y estrechamente vinculado durante siglos a la vida monástica, espiritual y artística de Aragón.
Un cava con alma histórica
Los cavas Monasterio de Sijena Brut 1188 y Monasterio de Sijena Nature – Parajes Monacales han sido concebidos como un reflejo del espíritu del monasterio: sobriedad, elegancia, silencio y profundidad. Su nombre y estilo evocan la tradición monacal, el paso del tiempo y el valor de los parajes que han sido testigos de siglos de historia.
El número 1188, presente en una de las referencias, no es casual: remite directamente al año de fundación del monasterio, subrayando el vínculo entre el vino, el territorio y la memoria histórica.
Territorio, patrimonio y cultura
Desde la Familia Langa, con una larga trayectoria vitivinícola en Aragón, se ha querido unir vino y patrimonio, entendiendo el cava no solo como un producto enológico, sino como un vehículo cultural capaz de contar historias y poner en valor el legado común.
La reciente restitución de las pinturas de Sijena ha reavivado el interés social y cultural por el monasterio, convirtiéndose en un símbolo de recuperación patrimonial y de respeto por la historia. En este contexto, el cava Monasterio de Sijena se presenta como una celebración de ese retorno, un brindis por la identidad aragonesa y por la conservación del arte y la cultura.
Un homenaje desde el respeto y la emoción
Los cavas Monasterio de Sijena Brut 1188 y Monasterio de Sijena Nature – Parajes Monacales no pretenden ser solo una edición conmemorativa, sino un homenaje sincero, elaborado desde el respeto al pasado y la mirada puesta en el futuro, donde vino, historia y territorio caminan de la mano.



