Recaredo, uno de sus fundadores, presentó sus vinos en Zaragoza

Recaredo Ferran Junoy GOC

Ferran Junoy sirviendo uno de los espumosos. FOTO: Gabi Orte / Chilindrón

Corpinnat, la marca creada por la Associació d’Elaboradors i Viticultors Corpinnat, se presentó oficialmente en Zaragoza de la mano de una de sus bodegas fundadoras, Recaredo, que acercó varios de sus vinos y espumosos a la Almenara de Copau.

Su director comercial, Ferran Junoy, arropado por todo el equipo técnico de la distribuidora Dispac, con su director, Pedro Tabuenca, al frente, explicó la génesis de Corpinnat. El pasado 30 de enero, «nueve bodegas salen de la DO Cava, para crear su propio proyecto», tras constatar que sus propuestas de reformas de la denominación no fueron admitidas. Además de Recaredo, conforman Corpinnat –acrónimo en catalán de Nacido en el corazón del PenedésGramona, Llopart, Nadal, Sabaté i Coca, Torelló, Can Feixes,Júlia Bernet y Mas Candí.

Todos ellos coinciden, como marca su reglamento, en disponer de viñedos propios, crianzas mínimas de 18 meses, agricultura ecológica, vendimia manual y uso exclusivo de uvas autóctonas. Un modelo que se aleja del clásico del cava, «basado en el volumen y el precio».

Recaredo gama de vinos GOC

Gama de vinos Recaredo. FOTO: Gabi Orte / Chilindrón

Tranquilos y espumosos

Junoy acercó a Zaragoza varios de sus vinos, incluidos los blancos tranquilos, menos conocidos que sus espumosos, por más que los lleven elaborando desde 1992. Comercializados como Celler Credo, todos ellos de la cosecha 2018, se degustó Volaina, con la variedad parellada; Miranius, a partir de la xarello, como Aloers, con crianza con sus lías. Unos interesantes vinos, de acusada personalidad.

Respecto a los espumosos, la casa los cría siempre un mínimo de treinta meses, siempre con tapón natural de corcho; aclarado manual en pupitres, así como degüelle manual, sin congelar el cuello de la botella. Y, siempre practicando agriocultura biodinámica.

Se presentaron, ya bajo el sello Corpinnat, Intens Rosat 2014, de monastrel y garnacha; Terrers 2015, con las variedades clásicas, xarello, macabeo y monastrel; Serral del Vell 2011, que sustituye al clásico Brut de Brut; Reserva particular de Recaredo 2007, creado en 1962, un espumoso serio, con 131 meses de crianza; y el excepcional, Turó d’en Mota 2006, a partir de una única viña de xarello, que se remonta a 1940.