Este tapao puede entender que ante la magnitud de la pandemia, los confinamientos y el trabajo telemático, se vayan deslizando errores en las decisiones administrativas. Pero apenas ve correcciones de los mismos. Por ejemplo, la selección de hoteles declarados servicios esenciales en nuestra comunidad parece manifiestamente mejorable. Zonas de alto transporte de alimentos, como el entorno de Binéfar, sin ninguno, mientras que para dormir en otros hay que ir casi de propio.

 

Encomiable la labor de las redes por fomentar la cultura de la población, y en especial la gastronómica, ahora que tenemos más tiempo disponible para la cocina. Pero hay que ser más riguroso a la hora de plantear las propuestas. Por mucho que nos apetezca, en marzo es difícil de componer una ensalada con tomate rosa de Barbastro y cebolla de Fuentes. Simplemente, no hay todavía: habrá que esperar varuos meses aún.

 

La pregunta de la semana
¿Remitirán los bulos?