ginebra GOC

En Aragón cada vez se produce más ginebra, que se disfruta en forma de gin-tonic. FOTO gabi Orte / Chilindrón.

 

La ginebra es una bebida alcohólica de origen agrícola, que debe su sabor característico a la infusión de bayas de enebro, Juniperus comunis, siendo el enebro un arbusto de uno a dos metros de altura que se desarrolla en las zonas frías de Europa, Asia y América.

Podemos distinguir dos tipos principales de ginebra, la inglesa, llamada seca o de Londres; en este caso hablamos de una mezcla rectificada de alta graduación, reducida con agua y puesta a macerar con el enebro y otros botánicos como angélica, lirio, cardamomo, cítricos, anís, etc.; después este conjunto es nuevamente destilado.

Por otro lado tenemos la ginebra holandesa conocida como geneva o genever, que se elabora a partir de un tercio de malta fermentada rectificada, obteniendo alcoholes de baja graduación que son destilados para obtener el resultado final, mezclado con el enebro, resultando un producto con mucho sabor a cereal.

Podríamos destacar también entre los diferentes tipos, las siguientes clases.

• Genever o jenever. Nombre de la ginebra holandesa de Scheieadan; se elabora con un mínimo de 30% de cebada malteada, aromatizada con bayas de enebro y otros botánicos, existiendo variedades jóvenes y envejecidas, algunas maceradas con frutos.
• Corenwyn. Es un tipo de jenever, a partir de tres partes iguales de centeno, maíz y cebada.
• London dry gin. Procedente de Londres, es la típica ginebra inglesa de una gran calidad, sujeta a una tercera destilación junto a las bayas de enebro, considerada como de las mejores del mundo.
• Sloe gin. Se trata de una bebida rural inglesa, en la que se maceran bayas de endrino y se envejecen en madera.
• Old tom gin. Un tipo de ginebra azucarada.

Historia de la ginebra

Esta bebida aromatizada con bayas de enebro es de origen holandés, cuya historia nos remonta al siglo XII. Según algunas versiones fue creada por unos monjes italianos como medicamento para combatir la peste bubónica, pero la más reconocida se le atribuye al farmacéutico holandés Sylvius de la Boe.

El salto de este destilado a Inglaterra se dio en dos etapas, entre 1618 y 1648 durante la guerra de los 30 años, cuando los soldados británicos se llevaron a casa unas botellas de aquello que llamaban el coraje holandés, bebida que tomaban los soldados antes de salir a luchar. La segunda se debe al conde Willen d’Orange tras su subida al trono británico desde Holanda.

Tan popular se hizo esta bebida en Inglaterra, que llegó a ser un problema de salud pública teniendo el gobierno que intervenir a mitad del siglo XVIII y poner un impuesto de ficta Pounds a su fabricación.
En 1820, con la llegada de los primeros alambiques precisos, comienzan a aparecer las primeras ginebras London dry gin, precursoras de las actuales Ginebras.

¿Cómo catarla?

Siendo un proceso sencillo, requiere de cierta práctica. El primer paso sería rebajarla añadiendo agua mineral, de baja mineralización. Lo que nos permite poder eliminar la intensidad alcohólica inicial, para poder apreciar mejor el carácter botánico. Una vez amerada, la cata se realiza en dos fases.

• Nariz. Apreciando brevemente y de forma repetida la ginebra para identificar el carácter principal: clásica, cítrica, especiada, herbal, floral, etc.
• Boca. Un trago de la mezcla y su circulación por la boca, para que volvamos a percibir todos los aromas y matices de sabor.

Una de las mejores formas de disfrutar la ginebra es con un buen gin-tonic. Así que elija una copa apropiada, con una buena cantidad de hielo, una dosis moderada de ginebra –3 o 4 centilitros–, su tónica preferida bien fría, mézclelo todo, aromatícelo con una piel de lima y disfrute de este número de Gastro Aragón.