VIN variedad cariñena

 

Su propio nombre evidencia el origen de esta variedad, cultivada desde muy antiguo en su patria chica, hasta el punto de compartir nombre con una población y con una denominación de origen protegida. La cariñena, aquella que en tiempos se conoció con el nombre de crucillón o crujillón, se extendió a otras zonas del territorio nacional a partir del siglo XII y en la actualidad está presente en muchísimos viñedos de Cataluña, sobre todo del Priorato, denominándose cariñena o camsó, mientras que en Rioja, en el siglo XVI, ya se citaba como mazuela/mazuelo. Este último término procede del vocablo vasco matsha –matshalko– que significa racimo de uvas. Precisamente en Rioja está considerada una de las clásicas utilizada para las mezclas de tintos junto a la tempranillo, graciano y garnacha.

Durante aquel siglo XII cruzó los Pirineos y llegó a Francia adoptando el nombre de carignan. En zonas como Languedoc- Rousillon o en el sur del Ródano tiene una presencia más que destacada, al igual que en California, donde recibe el apodo de uva del viticultor, aludiendo a su vigor y sus altos rendimientos. En Italia, tanto en Lazio como en Cerdeña es llamada carigniano. Su presencia llega también a lugares como Chile, Argentina, México y Sudáfrica, entre otros países, y en el pasado se cultivó en Argelia, Túnez, Marruecos y, sobre todo Israel, donde llegó a ser la principal variedad de uva.

Es una de las grandes joyas de la vitivinicultura aragonesa y una de las variedades que actualmente han recobrado un protagonismo que se perdió por su sensibilidad al oidio en beneficio de la garnacha, que se expandió desde entonces.

Según el periodista y escritor José Peñín, «la cariñena es una de las parentales en dos de las variedades obtenidas por Olmo en la Universidad de Davis, California: la ruby cabernet, cruce de cariñena y cabernet sauvignon; y la carnelian, cruce de cariñena, cabernet sauvignon y garnacha».

En la vitivinicultura actual de su zona de origen, esta variedad está volviendo a despertar mucho interés. En total son algo más de 740 hectáreas que, si bien representan un 5,26% de toda su superficie, es fácil encontrar en la Denominación de Origen Protegida Cariñena vinos elaborados a partir de esta cepa.
Con un total de 5658 hectáreas en todo el país su distribución por comunidades autónomas queda de la siguiente manera: 2121 en Cataluña; 1428, Castilla-La Mancha; 882, La Rioja; 826 en Aragón; 290, Navarra; 98, País Vasco; y una hectárea en Madrid.

Con una constatada historia y, sobre todo, con un esperanzador futuro, la variedad Cariñena continuará siendo una insignia del vino en Aragón por origen, patrimonio y esa tipicidad que la asocia con su inevitable tierra.