Lanza una tableta y bombones actualizando una receta de 1857

 

 

Fue el erudito José María Pisa quien descubrió en un recetario de 1857, la fórmula del llamado Chocolate de Aragón, para el que «se tuestan once libras de Cacao de Caracas, e igual cantidad del de Guayaquil, y cuando está molido se le añaden doce libras de azúcar mascabado superior, y seis onzas de canela de Holanda superior, reducida a polvo».

Y Pastelería Ascaso se pusieron en marcha, actualizando la receta, ya que entonces tan solo se consumía líquido. Explica Sura Ascaso, responsable de Desarrollo de Negocio de Ascaso, que «hemos desarrollado un chocolate potente y de gran complejidad aromática combinando cacaos de Ecuador y Venezuela al 74%, haciéndonos eco de los de Guayaquil y Caracas de la receta original. Se han mezclado con azúcar moreno y toques de canela y vainilla de Tahití para equilibrarlo».

Este chocolate, que viene en forma de bombones o tableta, resulta ideal para «tomar acompañado de vinos con notas de madera o aguardientes. Combina también muy bien con turrón, frutos secos, especias, fruta confitada y miel».

Como es habitual en la casa, se ha cuidado especialmente la presentación, obra del afamado diseñador Isidro Ferrer. Ha creado un envoltorio «muy sensorial y táctil, realizado con materiales sostenibles, en el que no se apela al concepto tradicional de belleza, sino más bien a esos espacios sensitivos vinculados con la tierra y la materia prima».

Además, la caja de bombones está pensada para perdurar en el tiempo, para que los clientes la preserven dotándolo de usos alternativos. Una apuesta por la circularidad y la sostenibilidad que se refuerza con el material empleado en la fabricación: papel y cartón 100% reciclados que aportan una textura vegetal que remarca la organicidad del diseño.