Gourmets 2024 GOC

 

La próxima semana se celebra en Madrid el Salón Gourmets, donde numerosos productores aragoneses, por su cuenta o de la mano del Gobierno de Aragón, estarán presentes para tratar de vender sus productos. Parece que el Departamento de Agricultura, tras una etapa quizá excesivamente centrada en la digitalización, retoma lo presencial, las relaciones humanas cara a cara.

No será el firmante quien se pronuncie en contra de las nuevas tecnologías ‒teclea delante de una pantalla desde los años 80, en aquellos entrañables Macintosh que arrancaban gracias a un disquette‒, pero ni tanto, ni tan calvo. Hay que estar en las redes, sí, pero también en la vida real, esa en la que hay personas que hablan entre sí sin tener que recurrir continuamente al whatsapp.

Pues una feria que se precie no es solamente un espacio donde unos tratan de vender y otros buscan qué comprar. Es también un lugar de encuentro y en Gourmet no faltan las degustaciones, las presentaciones de nuevos productos o los concursos, donde diferentes aragoneses pugnarán por estar entre los mejores quesos, tapas, pizzeros, abridores de ostras, cocteleros o sumilleres. Desde aquí, ánimo para todos.

En línea con este incremento y remodelación de la presencia de Aragón en diferentes ferias agroalimentarias nacionales, toca también abordar las que se celebran en nuestra propia comunidad, donde conviven unas con definida personalidad, con otras que parecen responder al capricho de algunos entes o personas. Incluyendo en este apartado las celebraciones gastronómicas que tanta vida dan, por ejemplo, en Galicia.

Los mimbres están, desde la fiesta de la Longaniza de Graus a la feria de la trufa de Vera de Moncayo, del festival del vino de Barbastro a las numerosas ferias ganaderas de la provincia de Teruel. Falta, simplemente, coordinarse, evitar duplicidades innecesarias y difundir adecuadamente los eventos y su calendario.

Desde aquí se ha pedido, sin grandes resultados, para los eventos gastronómicos. A ver si ahora tenemos más suerte.