Desde este viernes, 14 de junio, y durante el verano, el nuevo restaurante Casa Darío ofrece un menú protagonizado por los mejores arroces y maridado con los vinos de Tempore

Paula Yago, Iván Tabernero y Carlos Corbacho, durante la presentación de las jornadas. Foto: Cristina Martínez Almozara

 

Casa Darío, el restaurante que el cocinero Carlos Corbacho regenta en Francisco de Vitoria, desde el pasado mes de abril, comienza el verano con las jornadas gastronómicas Tradición, Calidad… Arroz. Con este motivo, el nuevo restaurante ―que defiende la cocina tradicional, el producto de calidad y el servicio profesional en la sala― ofrece un menú a precio cerrado protagonizado por los arroces Val de Falcó y maridado con los vinos ecológicos Terrae de garnacha blanca y tinta de Bodegas Tempore, IGP Bajo Aragón.

Desde el 14 de junio y durante el verano, se puede disfrutar de un menú que comprende una croqueta de risotto y hongos de aperitivo; ensalada de tomate rosa, cebolla encurtida y ventresca de atún y tortilla tradicional vasca de bacalao, para compartir; un entrante individual de alcachofa confitada en AOVE sore salsa de trufa y foie y un arroz a elegir entre el “Soutomaior” ―de zamburiñas, mejillón y chipirón―,  un meloso de jarrete de Ternasco de Aragón IGP o el arroz del día, que va variando, según la oferta del mercado.

El fin de semana se suman a estas opciones dos arroces más, de bogavante y de chuletón, que pueden ser melosos o secos. De postre, hay para escoger torrija de pueblo con helado de vainilla, arroz con leche tradicional con limón caramelizado y tarta de queso gallego al estilo de la abuela Camila.

Los vinos elegidos para acompañar el menú son la garnacha blanca Finca La Dehesa, «un vino muy gastronómico con un buen equilibrio entre fruta y madera» y Más de Aranda, una garnacha tinta puntuada con 98 puntos en el último concurso de Garnachas del mundo, «con más presencia de madera, pero muy goloso», describe Paula Yago, responsable de Bodegas Tempore. Además del maridaje, el menú de los arroces incluye agua, café y pan por un precio de 40 euros entre semana y 50, el fin de semana.

Tortilla de bacalao. Foto: Cristina Martínez Almozara

Mucho más que arroces

Casa Darío, llamada así en honor al padre de Carlos Corbacho ―un cocinero con una larguísima trayectoria que dirigió durante años las cocinas del Hotel Boston―, defiende «una hostelería clásica, de calidad y a buen precio». Formado al lado de su padre en las cocinas del Boston y tras varios años cocinando en el restaurante Los Cabezudos, el pasado mes de abril, Carlos se lanzó a dirigir su propio negocio, apoyado, eso sí, por Jorge Goicoechera, de CroquetArte, cuyos productos también están disponibles en Casa Darío.

En Casa Darío, Corbacho apuesta por una cocina clásica, de producto, con una fuerte impronta gallega y numerosos guiños al recetario aragonés. Le acompaña en los fogones Julián Gómez, «un especialista en cocina tradicional y platos de cuchara», que irrumpirán con fuerza pasado el verano. Materia prima de calidad tratada con mimo y servida con profesionalidad por Iván Tabernero, otro hostelero de largo recorrido: «nos gusta ofrecer un buen servicio de sala, elaborando platos ante el cliente, como nuestro steak tartar», afirma Tabernero.

Además de sus arroces, fideuás y calderetas y de una amplia oferta de carnes, mariscos y pescados frescos de gran calidad, su carta también cuenta con un interesante apartado de elaboraciones veganas, cocinadas con el mejor producto de cercanía y de temporada.

Abierto de martes a jueves, de 12 a 23:30 horas; los viernes y sábados, de 12 a 00 horas y los domingos de 12 a 17 horas; equipado con una pequeña barra y con un buen surtido de tapas y croquetas, Casa Darío es también un buen lugar para disfrutar del aperitivo o el tardeo, en un ambiente agradable y acogedor.