Hace unos días volvía un amigo de Bérgamo y decidió coger el nuevo autobús Aeropuerto-Zaragoza, con paradas en la estación de Delicias y la puerta del Carmen. El pagó sin problemas, gracias a su tarjeta ciudadana, pero un italiano, que venía de turismo, no pudo. El autobús solo admite las tarjetas propias y efectivo. Imposible pagara con la visa.
El italiano, que venía de una ciudad en la que cualquier transporte público se abona con tarjeta o el propio móvil, no llevaba más efectivo que un billete de 20 euros. El chófer no se lo quiso cambiar… Menos mal que el amigo le pagó el billete. ¡Cuánto nos falta todavía para ser una ciudad turística!
Por cierto, le contó a este tapao que en pleno centro turístico de Bérgamo es posible comer un copioso menú diario por 15 euros, con sabor local, dos platos y una copa de vino. ¿Se imaginan eso en el entorno de la plaza del Pilar! Por si viajan a dicha preciosa ciudad italiana, se llama Circolino Città Alta y, no casualmente, es una cooperativa.
La presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, visitó el recientemente inaugurado Cariñena Wine Museum, bien acompañada por el presidente del Gobierno de Aragón, Jorge Azcón, y la vicepresidenta Mar Vaquero, además de los anfitriones, el presidente de la DOP Cariñena, Antonio Serrano, y el vicepresidente, José Antonio Briz.
En sintonía con su ideología liberal y aversión a las diferencias, no pudo menos que señalar que «España está compuesta de grandes vinos, de grandes zonas agrícolas y ganaderas donde sus gentes dan lo mejor de sí mismas, creando puestos de trabajo, llevando oportunidades y cuidando de nuestras esencias. Esto es lo que ocurre con Cariñena y con los vinos de todo Aragón, que unidos harían una gran marca». Ya sabemos, a unirse todos… ¿en una marca o en varias?
Cuando la alcaldesa Natalia Chueca prometió una calle con el nombre de José Luis Yzuel, este tapao reclamó otra para el también hostelero, y predecesor de Yzuel al frente de los hosteleros zaragozanos, Emilio Lacambra.
Ya no hace falta. La sociedad civil, el barrio de Torrero donde siempre vivió, han puesto su nombre a un parque, precisamente allí, entre las calles Cuarte y Pinar. Fue hace unos meses, en un reivindicativo acto, donde no faltó el cante de su amigo, Manuel Gerena.
Será que uno está abducido por la ruta Platos con historias, esa propuesta de Bodegas Pirineos, creada por el editor y Gabi Orte Chilindrón, y se fija más o será que es así. Pero parece que todo el mundo habla de historias y gastronomía.
Por ejemplo, en una nota de prensa a propósito de la presentación de nuevos platos y vinos en el restaurante Nola Gras se puede leer: «Para nosotros, cada plato es una oportunidad de contar una historia», reflexiona Alex Viñal. En cada plato y en cada copa, se encuentra una historia que va más allá de la técnica: es un relato de pasión, dedicación y el deseo de sorprender, una y otra vez, a quienes se sientan en su mesa.
Hay más, como en el publirreportaje publicado en Metrópoli, donde se puede leer: «Por eso, cuando veas el nuevo distintivo, cuando escuches el lema “Aragón, sabor de verdad”, recuerda que no es una simple frase. Es una invitación. A probar un queso que huele a montaña. A cortar un jamón que se funde en la lengua. A dejarte sorprender por una cerveza que sabe a cereal tostado. A descubrir que detrás de cada producto hay una historia contada a bocados».
Escribe en su blog la nueva presidenta de la DOP Calatayud, Almudena Anadón: «El sector agroalimentario aragonés factura más de 9.500 millones de euros al año. Pero detrás de ese número hay miles de historias: cooperativas, pequeñas bodegas, queserías, agricultores, panaderos, enólogos, ganaderos».
También en Extra Digital, «Por eso, esta campaña no solo busca promocionar productos, sino contar historias. Porque detrás de cada queso, de cada aceite o de cada vino, hay personas que creen en lo que hacen. Que lo hacen con alma».
En una entrevista en El Gastrónomo zaragozano, la sumiller de Goralai, Jasone San Martín, insiste en la idea: «Nos gusta aprovechar esta ubicación para enseñar los platos y productos que tenemos en Aragón y contar sus historias»
Aunque en todos los corrillos oscenses ya se apuesta por un nombre, perteneciente por cierto a una saga hostelera, las elecciones a la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Huesca se celebrarán el próximo 2 de enero.
Según explicó el presidente cesante Carmelo Bosque al Diario de Huesca, espera que «haya cuantos candidatos deseen asumir esta responsabilidad. Ahora mismo ya se comenta que va a haber algún candidato del Pirineo y sería bueno que el proceso fuera lo más rico posible. No hay que tener ningún miedo a acudir a las urnas porque esto aportará transparencia y viveza a la Asociación. Ojalá haya empresarios con buen nivel que quieran continuar con esta tarea de los que les hemos precedido. Lo que hace falta es que tengamos una asociación competente y dotada de servicios útiles para los asociados. Esa ha sido siempre nuestra pretensión y seguro que hay margen de mejora».
Ello significa que el cocinero abandone la vida social, pues expresó su deseo de concentrarse en el Centro de Innovación y Excelencia Gastronómica de Aragón, CIGA. «Pretende establecer un triunvirato eficaz con la actual directora, Anabel Costas, y el director gastronómico, Ismael Ferrer, para impulsar el Centro comenzando por la constitución de la Fundación Fernando Abadía, anunciada en la inauguración del CIGA y todavía en proyecto ante la ausencia de aportaciones económicas para su creación, que Bosque quiere impulsar llamando a puertas institucionales y privadas. Al final, los 30 000 euros que supone el mínimo para su inscripción se antojan una partida ridícula para el nivel de ambición que tiene en el posicionamiento de la gastronomía aragonesa».
Mal vamos, Ambar. De las nueve marcas de cerveza sin alcohol seleccionadas por El comidista en una cata a ciegas,para una ninguna es de la fábrica zaragozana, que fue precisamente la primera en España en crearlas.
¿Un logotipo necesita ser explicado?