Bodegas San Valero sigue firme en su apuesta por la innovación y la conexión con nuevos públicos. Con el lanzamiento de Julietta Frizzante Rosado y Julietta Frizzante Blanco, la bodega amplía su conocida gama Julietta —que ya incluía los dos primeros espumososo sin alcohol de Aragón, Julietta Espumoso Rosé Zero Alcohol y Julietta Espumoso Blanco Zero Alcohol— para reforzar su posicionamiento como marca de vinos más refrescantes, ligeros y con menor graduación alcohólica del mercado.
Una apuesta clara por ofrecer opciones frescas y chispeantes, pensadas para un consumidor joven que busca disfrutar del vino de forma más ligera, consciente y moderada, siguiendo la tendencia de consumo responsable que cada vez gana más fuerza.
“Estamos muy contentos de lanzar los primeros dos vinos frizzantes de la bodega. Julietta Frizzante Blanco y Rosado son una explosión de aromas y sabores. Unos vinos muy refrescantes y ligeros, con bajo alcohol y ese punto de burbuja que lo hace perfecto para este verano”, explica Javier Domeque, responsable de Marketing de Bodegas San Valero.
Julietta Frizzante Rosado nace de uvas 100% Garnacha. Un vino chispeante, frutal y divertido, con un toque de frutos rojos. El match perfecto para picnics, risas y playlists veraniegas. Su graduación alcohólica es de 11% vol., ideal para quienes prefieren un vino suave, y se recomienda servirlo entre 4 y 5ºC para disfrutarlo en su punto óptimo.
Por su parte, Julietta Frizzante Blanco, 100% Macabeo, afrutado, floral y ligero, con notas cítricas que lo hacen súper refrescante. Ideal para tardes de terraza y atardeceres dorados. También tiene 11% vol. y debe servirse bien frío.
“Con estos dos lanzamientos que integramos bajo la marca Julietta, conseguimos posicionar la marca como una de las opciones más refrescantes, ligeras y con menor graduación del mercado”, destaca Domeque, quien subraya que este paso forma parte de la estrategia de la bodega para reinterpretarse, diversificar su oferta y acercarse a un público cada vez más abierto a nuevas propuestas.
Con estos dos nuevos frizzantes, Bodegas San Valero confirma su capacidad para reinventarse, sin renunciar a su larga tradición vitivinícola. Una manera de demostrar que la frescura, la ligereza y la moderación pueden convivir con la calidad y la pasión por el vino.