El vino de la DOP Somontano, La Miranda de Secastilla, elaborado por Viñas del Vero, no era fácil de encontrar en los establecimientos zaragozanos. De ahí que, a lo largo del mes de octubre, o quizá más, la bodega garantice que se puede degustar en más de una veintena de establecimientos zaragozanos.

Si bien hoy en día Secastilla es conocido por todos los amantes del vino, en especial tras la consecución en 2017 del premio al Mejor Vino Tinto de España en el International Wine Challenge por su añada 2012, la bodega quiere acercar La Miranda de Secastilla a todos los amantes del vino, pues se trata de un vino con gran potencial, ideal para una cena, almuerzo pero también para disfrutarlo sólo o con un buen tapeo.

Participan:

Almau
Bar L’Albada
Beerland
Cafetería Urola
Cantina Borago
Casa Lac
Casa Pedro
Casa Unai
Dirham
Eldieciséis
El Auténtico Bandido
El Cerdo
El Descorche
El Sardi
El Viejo Negroni
Gran Hotel
Hotel Alfonso
Hotel Hiberus
Hotel Palafox
Hotel Reina Petronila
La Matilda
La Ontina
La Taberna de Manu
La Tasca de Pablo
Los Xarmientos
Motal Alimentación
Negroni
Nola Gras
Ric 27
Risko Mar
San Siro
Sauco restaurante
Vittoria
Windsor

Un valle singular
El valle de Secastilla está situado en el extremo noreste del Somontano y tiene un especial microclima mediterráneo bien diferenciado para el cultivo de la vid, olivos y almendros. Fundado por los romanos asentados en el poblado de Labitolosa, entre los ríos Cinca y Esera, su origen data del siglo I antes de nuestra era y fue entonces cuando se comienzan a plantar los primeros viñedos que dan lugar a vinos muy apreciados. Su nombre deriva del latín Septcastelum, los siete castillos –Muñones, Castro, Ciudad Torreciudad, Ubiergo, Bolturina, Mendaleya y Secastilla– que dominaban el territorio y lo defendían de las invasiones musulmanas.

Allí se dan unas condiciones agroclimáticas bien diferenciadas para el cultivo de la vid por su especial microclima mediterráneo, con laderas pedregosas situadas por encima de los 700 metros sobre el nivel del mar. Por lo que la bodega ha recuperado viñedos muy antiguos de garnacha, la variedad tradicional de zona.

Comentario del enólogo

Observamos un ribete violáceo característico de la Garnacha. En nariz nos ofrece una buena intensidad aromática, que recuerda a frutas rojas ácidas y se complementa con flores silvestres. En boca, ofrece un ataque suave con un paso amable y sabroso. Su recuerdo es muy grato.
Debe ser servido a una temperatura entre 14º y 16ºC con carnes rojas, asados, pescados untuosos y quesos.