PAR foto 4 mariano Beroz DOP SOMONTANO

 

Político en el más alto concepto de la palabra, Mariano Beroz no inventó el Somontano, pero lo puso en el mapa y durante 24 años fue su cara visible, quizá la mejor imagen para una joven denominación que trataba de encontrar su sitio entre muchas otras, bastante más consolidadas.

No había evento, feria, mercado, presentación, cena, sarao, donde su presencia no destacara. Al proceder, además, de una cooperativa, precisamente la que dio origen a la denominación, su figura no provocaba apenas controversia.

Comenzó como vocal del pleno representando a los viticultores en 1988, hasta que fue nombrado presidente de la recién nacida denominación en 1993. Se nos ha ido quien estaba allí cuando el consejo se instaló en el complejo histórico artístico de San Julián y Santa Lucía en Barbastro; cuando nació el Festival Vino Somontano en 2000 o en las numerosas campañas de promoción que se celebraron por toda España.

Y estar, en el caso de Mariano era más que estar. Si presencia, su jovialidad, sus risas, se apoderaban del entorno, al que no le quedaba más remedio que centrarse en lo que él quería, el vino del Somontano. Lo logró prácticamente siempre.

Tras dejar la presidencia se dedicó a sus negocios propios, la bodega Batán de Salas de Beroz y, más recientemente, la vermutería La Lonja del Vino, en Barbastro, donde elaborada su propio vermut.

Y sin cambiar de ‘veloz’ carácter. Durante una visita de periodistas nacionales a Huesca, literalmente los ‘secuestró’, al encontrarlos a la salida del hotel camino del autobús, durante bastante más tiempo del prometido para enseñarles –y dar a conocer al mundo– su proyecto. Genio y figura

Brindemos con él. Él lo haría por nosotros.