SP Comerse melocotón ok

 

David Chang es un cocinero estadounidense, de origen coreano, que inició su andadura empresarial en 2004, con la apertura del Momofuku Noodle Bar en el neoyorquino barrio de Manhattan. Consolidado hoy como uno de los más reconocidos chefs del mundo –además de famoso, gracias a sus programas televisivos–, comenzó sirviendo ramen y bollos de cerdo a compañeros cocineros de restaurantes y comensales confundidos.

Según el autor, esto iba a ser «un manual de autoayuda sobre liderazgo, estrategia empresarial o asesoramiento para jóvenes chefs». Y aunque sean unas «puñeteras memorias», es cierto que, como dice Chang, trata «sobre lo que no hay que hacer cuando quieres empezar un negocio. Sigue pareciéndome absurdo que me pidan que escriba un libro sobre mi vida y, francamente, me preocupa cuánto ego me supuso aceptar. Sinceramente, no entiendo qué puede atraer de mí».

Divertido e irónico, hasta llegar al último epílogo, donde especifica las 33 reglas para ser chef, Chang recrea y sus opiniones, controvertidas en muchas ocasiones. Aciertos, errores y fortuna se alternan con su propensión al alcoholismo y una personalidad bipolar, describiendo tanto los momentos más dramáticos, como los disparatados.

Se lee como una novela, pero es conveniente –especialmente quienes se dedican o pretenden hacerlo a la cocina profesional– hacerlo reposando la carga que va soltando cada uno de los capítulos. Un magnífico regalo.

La ficha

Comerse un melocotón. David Chang, con Gabe Ulla. Traducción, Carmen Ternero. Planeta Gastro. Madrid, 2021. 320 páginas. 20,95 euros