La palabra AgroExperiencia no existe según la RAE, pero damos fe de que se trata de una vivencia que se puede tocar, disfrutar y que es capaz de llevarnos, sobre todo, a los urbanitas, a comprender el engranaje de ese mundo rural del que nos hemos ido alejando paulatinamente, cometiendo el gran error de pensar que podíamos sobrevivir sin él.

La realidad nos ha puesto contra las cuerdas, nos ha obligado a mirar por el espejo retrovisor y hemos visto que no solo no podemos dar la espalda a todas las personas que día a día trabajan en sus huertos, en sus granjas, en sus obradores… sino que necesitamos colaborar juntos en un continuo intercambio para enriquecernos mutuamente.

La primera AgroExperiencia fue así bautizada en 2019 para un proyecto piloto de colaboración e innovación agroalimentaria de Pon Aragón en tu Mesa, elaborado por La Ojinegra, Alojamiento Sostenible Restaurante Ecológico para el Mercado AgroEcológico y Local norteTeruel.
Surgió como una forma de dinamizar el medio rural turolense, mostrando su diversidad, riqueza, sus potencialidades y visibilizando la gran labor que realizan l@sproductor@s. Su objetivo es dar voz al medio rural y poder establecer una conexión entre personas productoras y elaboradoras con las personas consumidoras y vincularlas al territorio.

Mensualmente se han organizado AgroExperiencias en la provincia de Teruel, en la web podréis consultarlas. Actualmente, la Muestra Agroecológica de Zaragoza, las han incorporado en sus dinamizaciones del Departamento de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Zaragoza.

En todas ellas, descubrimos naturaleza, pueblos, granjas, huertas, restaurantes, hospederías y productos, entre otros, que desconocíamos por completo, o bien, habíamos oído hablar de ellos, pero no habíamos tenido la oportunidad de conocerlos.

Allí, in situ valoramos su trabajo y nos enriquecemos con todas estas experiencias visuales, auditivas, olfativas, táctiles y gustativas, que nos provocan sensaciones emotivas y placenteras, al mismo tiempo que salimos de nuestra ignorancia con propuestas tan variadas como ver el proceso de secado del tomate pitero de Caspe, en la cual Slow Food cooperó con una cata dirigida de tomate. Desgranar judía de secano de Muniesa y degustarla en puchero, conocer el trabajo del apicultor/a en Ariño y elaborar velas de cera de abeja, molienda ecológica en la Almazara de Albalate del Arzobispo, extracción de semillas de tomate de guardar de Alacón, elaborar espumoso de sauco en Alloza, hornear pan con harina eco y masa madre en Urrea de Gaén, pastoreo y ordeño de cabras en Ejulve… o degustar una receta recuperada de la cultura del Pastoreo en Villel, con Huevos La Brizna.

Nuestra asociación Slow Food contribuye a divulgar la cultura alimentaria y por eso apoya estas actividades que saben poner en contacto a productores y consumidores de una manera que nos abre la mente y nos toca el corazón. No se trata de una mera conexión virtual, lo novedoso de este formato es que los participantes pasan a formar parte de manera presencial en estas historias reales que juegan un importante papel en la regeneración de un bien común muy valioso como es la biodiversidad biológica y cultural de cada territorio y su bienestar.

Esta iniciativa tan pedagógica que surgió en el pueblo turolense de Alloza hace tres años, ha marcado un camino a seguir y, actualmente, se contemplan otras actividades para desarrollar un nuevo tipo de AgroTurismo para Aragón basado en la cocreación sostenible.

Sigamos manteniendo toda nuestra atención para escuchar lo que piensan los territorios y sus moradores, volvamos a redescubrir, con ellos, toda la energía que se ha ido perdiendo al no utilizar los recursos autóctonos y a no dejarnos manipular por criterios puramente económicos. Siempre hay que tender puentes y siempre hay que tejer redes. Como dice Bertolt Brecht «Hay gente que lucha un día y son buenos, pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles».