Estrella michelin

Reposadas ya la estrellas, y el mismo tapao, es el momento de felicitar a los que se incorporan en Aragón al estrellato, Gente Rara en Zaragoza, y los que la mantienen. Recuerden: en Zaragoza capital, Cancook y La Prensa. Cuatro en la provincia de Huesca, Callizo en Aínsa, Espacio N en Esquedas y Lillas Pastia y Tatau en Huesca capital. Y uno en la provincia de Teruel, El Batán, en Tramacastilla. Buenos días estos del acueducto para visitarlos, si es que hay plazas. Reserve, por si acaso.
También fueron reconocidos, pero en la categoría Bib Gourmand, el zaragozano es.Table y La Era de los Nogales, en Sardas.
A su vez, Cancook, Zaragoza capital, y la Torre del Visco, en Fuentespalda, lograron la estrella verde, que reconoce a los restaurantes que han desarrollado un compromiso especial con la sostenibilidad, y no necesariamente por la comida. Por cierto, ¿se pueden servir alimentos directamente del huerto personal al restaurante? ¿O hay que tener que algún tipo de control por parte de las autoridades sanitarias?
La gala, con los pesados discursos de siempre –quien paga, habla, así es la vida–, tuvo al menos la virtud de agrupar los restaurantes por zonas, con lo que era más fácil localizarlos, ya que simplemente cuentan el nombre del establecimiento y la localidad, pero no la provincia. ¿Quién narices sabe dónde está Ortiguera? Pues en Asturias, por ejemplo, donde se ubica el estrellado Ferpel.
Mucho jovenete ubicado en el mundo rural, pocas féminas y apuesta por eso de la sostenibilidad en los restaurantes, que seguimos sin saber muy bien qué es. Pero, en fin, mientras sensibilice algo… Y no se les suba a la cabeza a los premiados…

 

Por cierto, la concesión de las estrellas ha permitido contemplar cómo funcionan los sistemas de comunicación de los restaurantes estrellados. Apenas tres, en Aragón, enviaron comunicados a los medios, según le cuentan sus colegas periodistas a este tapao.
Uno, el más tempranero, desde la propia Zaragoza esa misma noche, aunque tuvo que rectificar su nota, al punto de la mañana siguiente porque se había confundido en una suma. Los otros, desde Madrid, que ya se sabe donde reside el poderío, con unas largas de notas que cubrirían, de largo, una página el diario decano, cuando era casi una sábana.
El caso es que esto de la comunicación agroalimentaria y gastronómica va de mal en peor. Desde largas notas de casi 2000 palabras –una auténtica barbaridad–, hasta errores flagrantes, que tiene que rectificar al poco. Incluso el propio Gobierno de Aragón, que tanto se preocupa porque escribamos bien las DOPs, IGPs y demás, nos cuenta en su Aragón hoyque tenemos alimentos gourmet aragoneses, que no son, que se sepa, ninguna figura de calidad diferenciada. Vale que la nota viene del Departamento de Economía, Planificación y Empleo, pero bien podrían tratarse con los de prensa de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente.
O confundir Novodabo con Novo Dabo, que también sale en otra nota.

 

Intensa semana la que acaba hoy, con entrega de premios –lunes, tapas; martes, los del certamen– y todas las actividades generadas por b(e)Vida, cuyas interesantes mesas redondas –además de rutas cocteleras, maridajes, estreno de película– han contado con una exigua asistencia. ¿Las fechas? ¿Falta de interés del sector? ¿Poca promoción?
Una pena, porque se escucharon ideas muy interesantes, como que la gastronomía debería ser cuestión de Estado –aunque sea autonómico– y no estar repartida entre diversos departamentos del Gobierno y las otras administraciones, que se llaman a andana cuando se piden responsabilidades. Volveremos sobre ello, con más tiempo y serenidad.
Porque si hemos de creer a los políticos que tanto hablaron en las mentadas entregas de premios, vivimos en el mejor de los mundos gastronómicos posibles. Los turistas vienen en masa a conocer nuestros restaurantes, estrellados o no; nuestros alimentos singulares inundan las cocinas del resto de la península; la mayoría de los platos tradicionales se pueden encontrar en cualquier carta…
Sí, recibimos premios. Ahí está el nacional de cocina, ganado por Ramón Lapuyade, que sobrevive gracias a los menús de los trabajadores en su Hostal El Portal, de Alcolea de Cinca, mientras que su socio, el hondureño adoptado por Huesca, Ariel Munguía, oficia por tierras vascas. Por su parte, Victor Rodríguez ha quedado Subcampeón de España en la categoría de Barman. Y El Amontillado, es el mejor bar de vinos alternativo en este año.
No os engañemos, desde el punto de vista gastronómico somos una comunidad normalita, que jamás, desde que este tapao tiene conocimiento –suponiendo que alguna vez lo haya tenido– ha estado encabezando los mentideros nacionales en prestigio, nombres o reconocimientos. No nos olvidemos que somos apenas el 3% de los españoles, aunque esparramados por la décima parte del territorio nacional.

 

Mira que hay nombres y nombres posibles para las cervezas artesanas aragonesas. Pues bien, dos de las que se elaboran en la provincia de Zaragoza se llaman Cierzo Brewing Co. nacida en 2018,  y Cervezas Cierzo, marca registrada en 2016 por Javier Escolano. Parece que llevan en pleitos varios años.

 

 

¿Ya has votado por Aínsa?