Por su parte, La Bocca alcanza su primera década de vida

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Blanca y Mari Carmen posan el su comedor con su asado de ternasco de Aragón. Foto: Gabi Orte Chilindrón.

 

Coincidiendo con la jubilación de su cocinera y copropietaria Blanca Rodríguez –no teman, su hermana María Carmen sigue allí–, el restaurante Rodi –Ctra. de La Almunia, s/n. Fuendejalón. 976 862 039– celebra su 55 aniversario. Las dos hermanas prácticamente se criaron allí –al principio también era fonda–, tomaron el mando en 1987 y han sabido evolucionar al ritmo de los tiempos, sin perder sus raíces, ni la fidelidad al territorio.

Para celebrarlo, han diseñado un menú con sus grandes clásicos, que se ofrecerá hasta finales de año por 40 euros, siempre bajo reserva. Incluye Surtido de croquetas tradicionales y chips de torrezno; Raviolis de trigo y uva garnacha rellenos de longaniza Rodi, Aceite de oliva virgen extra Sierra del Moncayo y pétalos de sal de garnacha; Cazuelita de migas con huevo campero de Bureta y longaniza Rodi; su famoso Bacalao a la baturra; Paletilla de Ternasco de Aragón IGP con patatas panadera, que fuera mención especial del Club del Ternasco de Aragón en 2022; y de postre su Helado de Garnachicos.

Premio Alimentos de España a la Restauración en 2020, su cocina destaca por la atención que prestan a la garnacha, y no solamente en forma de vino. Pues está presente en muchos platos gracias a su sal y al ya famoso postre, los garnachicos de Fuendejalón; productos, por cierto, que pueden encontrarse en su web.

Una excusa, la del aniversario, para acercarse a un restaurante que no le dejará indiferente. Ni por la comida, ni por el trato.

FOTO 2 La Bocca

Jorge Calonge. jefe de cocina del grupo, y Kike Júlvez, uno de los socios de Tándem. Foto: Cortesía La Bocca.

La Bocca, diez años

Por su parte La Bocca −Madre Vedruna, 6. Zaragoza. 976 218 018− cumple su primera década de vida. Nacido como purista restaurante italiano, dotado además de pastelería y tienda gourmet, pronto evolucionó hacia la cocina mediterránea, que practica hoy en día, complementada por sus tapas y raciones.

Para celebrarlo, ha elegido varios de sus más icónicos platos, que se servirán hasta el 15 de julio en los diferentes establecimientos del Grupo Tándem, en el que se integra La Bocca. Precisamente aquí vuelve a la carta sus Migas London calling, tradicionales, pero con mousse de panceta, espuma de pimentón y caviar de moscatel. Una tapa que ha representado a la cocina local en varias ocasiones a través de Saborea España.

Así, en el cercano Marengo, que pronto cumplirá también los diez años, recuperan el Taco de ternasco, deshuesado en forma de pastel con parmentier trufada y salsa París. Nativo ha optado, cerca de Aragonia, por los Mejillones a la diavola, tan recordados por su salsa de tomate artesano semipicante.

En el kiosco La Milonga del parque Pignatelli, se ofrece el Risotto Nero, a partir de arroz meloso marinero en tinta de chipirón con alioli suave de albahaca. Por su parte, en la plaza san Francisco, se encuentra la Tempura de hortalizas, unos bastones de hortaliza en tempura japonesa con mayonesa de soja, toque asiático en el Nómada.

Todos ellos, además de La Tradicional, comida para llevar, ofrecerán uno de los primeros éxitos italianos de La Bocca, sus Arancini di gorgonzola, unas croquetas sicilianas de arroz rellenas de queso gorgonzola y manzana caramelizada.

Para finalizar, este domingo por la mañana evocarán, también en La Bocca, la primera edición de Vespa Vita, una jornada donde se exponían vespas y lambrettas mientras que el público tomaba Aperol Spritz y antipasti.