Matthew Shaw Photography

 

No es la primera vez que sale a colación este asunto en estas columnas, que vuelve a la actualidad merced a la encuesta «¿Te parece correcto que los restaurantes impongan la reserva prepago?» que ha generado la web de este periódico. Por supuesto que sí.

A poco que reflexionemos son muchas las ocasiones que pagamos por adelantado: los viajes de vacaciones ‒incluida la reserva‒, las compras por internet, la tintorería, los hoteles, los encargos personalizados en tiendas, cuotas tecnológicas, etc. Y no pasa absolutamente nada, la clientela lo ha asumido.

Sin embargo, no es así en el sector. Dada la variada casuística de la hostelería no parece existir una solución generalizada e igual para todos los restaurantes. No es lo mismo un comedor de quince plazas y menú degustación, que un día señalado y festivo en un restaurante más grande, que ha alcanzado el límite de su capacidad y no acepta más reservas. Pero en ambos casos, sí se produce un ‘roto’, la ausencia de una o más mesas puede dar al traste las cuentas del día.

Obviamente, no se trata de pagar la comida o cena por adelantado, algo imposible por otra parte, dado el carácter del servicio. Pero sí de imponer ciertos compromisos al cliente, de forma que cumpla con su parte: ir al establecimiento y comer. Sistemas ya hay muchos, desde aportar una tarjeta de crédito hasta firmar en la web el pago de una parte si no se acude. Sonados juicios ha habido y los ha ganado el restaurante.

Pícaros y desvergonzados habrá siempre. De hecho, sigue vigente esta funesta costumbre de reunirse varios amigos habiendo reservado cada uno en un local diferente. Con una caña por medio, y evidente ‘caradura’ deciden entonces a cuál acudir… y que se hunda el mundo.

De forma que debe ser cada hostelero quien aporte la solución concreta para su negocio. Son muchos ya los que lo hacen y, si pierden algún cliente ‒que de todo hay‒, ganan tranquilidad para sus cuentas.

A estas alturas de la película quien no disponga de estas precauciones no debería quejarse. Llevamos demasiado tiempo con esto.