«El vino se ha democratizado, los hay para todos los gustos»

 

 

Creció entre los viñedos familiares y sus buenos recuerdos están asociados al vino, como el nombre de Cariñena. Quizá por eso, al alcalde de Cariñena, Sergio Ortiz, le hace una especial ilusión que su municipio sea Ciudad Europea del Vino 2025. Tras cinco legislaturas en el cargo, asegura que este título llega en un momento en el que se planteaba muchas cosas y que supone una motivación que le anima a seguir.

¿Cuál es su primer recuerdo relacionado con el vino?

Mi familia se ha dedicado a la viticultura y vive en una casa de campo junto a una bodega en Cariñena. Recuerdo siendo un niño el olor a vendimia que impregnaba todo el municipio y con mayor intensidad, el olor a mosto cuando pasabas por las inmediaciones de una bodega. Otro recuerdo de niñez es ver las largas filas de tractores con remolques llenos de uva que rodeaban el colegio cuando iban a descargar la uva a la cooperativa.

Usted, ¿qué quería ser de mayor?

Agricultor, arquitecto, periodista… Pero soy ingeniero técnico industrial, aunque nunca he ejercido. Fui alcalde con 23 años. Para mí la política es algo vocacional, concretamente la política local, que es la que más me gusta.

¿Cómo le explicaría qué es la felicidad a un niño de siete años?

Tengo un hijo de 9 años. Su madre y yo tratamos de educarlo en la tolerancia y el respeto a los demás. Tratamos de que sea responsable, pero que solo se preocupe de lo que de verdad es importante. Creo que estamos consiguiendo que interiorice que la felicidad no se encuentra en lo material.

¿Qué parte de responsabilidad tiene el vino en su felicidad actual?

Toda. Pronto cumpliré 18 años como alcalde de Cariñena. Este mi quinto mandato. En un momento en el que me estaba replanteando muchas cuestiones después de tanto tiempo en la alcaldía, conseguir que Cariñena sea la Ciudad Europea del Vino en 2025 es, para mí, una motivación que me anima a seguir y a trabajar con mucha intensidad junto a mi equipo más estrecho. Lo estoy disfrutando mucho y soy muy feliz.

Hablar de las emociones del vino ¿es solo imagen?

Hay mucho marketing alrededor del vino, sin duda. Pero es cierto que el vino está muy ligado al mundo de las emociones. Hay un vino para cada momento. Hay vinos que nos ayudan en la búsqueda de inspiración o de motivación; los hay de chimenea y de celebración después del esfuerzo o ante una buena noticia; también para conversar, para tomarlos con nuestra pareja o a solas. El vino está presente en nuestros momentos más felices; en nuestras pequeñas y grandes celebraciones.

Dicen que todos los españoles llevan dentro un presidente del gobierno y un seleccionador de fútbol. ¿También llevamos ahora un (falso) sumiller, alguien que cree saber de vino?

Creo que no, hoy veo menos tontería en esto del vino. Cada vez, la gente sabe más de vino y, a la vez, se explica de manera más sencilla. Los vinos se han democratizado, los hay para todos los gustos, cada vez son mejores y más fáciles de beber. Lo importante es que un vino te guste, sin más.

¿Se sigue disfrutando del vino cuando se trabaja (directa o indirectamente) con él?

Entiendo que sí. El vino se disfruta en cualquier faceta y momento de la vida.

¿Qué le quita el sueño? ¿Qué tal duerme?

Duermo muy bien. Aun cuando tengo algún problema importante, concilio bien el sueño.

¿A quién invitaría a un vino? Personaje histórico, público o alguien de su entorno.

He tenido la suerte de tomar vino con muchas personas, pero me gustaría poder invitar a un cariñena a Pepe Mújica. Escucharlo siempre es un placer y disfrutar de sus palabras y un vino al mismo tiempo, tiene que ser una experiencia inolvidable.

¿Y quién cree que no se merece ni olerlo?

Donald Trump. Porque representa lo peor de la política. Es un mandatario que se recrea en el dolor ajeno y además trata de hacer negocio con él. Es increíble que en pleno siglo XXI estemos viendo como sin ningún rubor, practica un discurso imperialista y quiera convertir países en conflicto, en colonias. Quien es fuerte con los vulnerables y débil con los poderosos, demuestra ser un miserable.

¿A quién le debe un vino? (Cita pendiente)

A muchos amigos, que cuando me los encuentro les digo, a ver si nos vemos. Y luego la vorágine del día a día me arrastra e impide quedar con ellos.

¿Qué ha hecho últimamente para hacer feliz a alguien?

Trabajo con intensidad todos los días de mi vida para tratar de mejorar el día a día de mucha gente. No siempre lo consigo, pero hay muchas personas que lo valoran. En ocasiones, un pequeño gesto es suficiente para hacer feliz a una persona, sobre todo si es un niño o una persona mayor.

¿A cuánta gente va a hacer feliz que Cariñena sea Ciudad Europea del Vino?

A mucha. De la localidad y del ámbito de la Denominación de Origen, principalmente. Pero también he recibido muchas felicitaciones y muestras de felicidad y orgullo de muchos aragoneses y personas de toda España, incluso de municipios hermanados con Cariñena, de Francia, Rumanía y Alemania.

¿Cómo se ve en diez años?

Me veo trabajando fuera de la política institucional. Pero comprometido con la sociedad desde cualquier frente asociativo o militante. Es algo que me nace de dentro.

Puede escribir un mensaje de una conversación que se quedó pendiente. No me diga a quien pero sí que pondría en ese mensaje.

Amigo Joaquín, en cuanto salgas del hospital hemos de hablar con la Denominación de Origen, tus manos no pueden faltar en el Paseo de las Estrellas. Un abrazo enorme y mucha fuerza.