Estado de la uva a mediados de julio. FOTO: Cortesía DOP Calatayud

Estado de la uva a mediados de julio. FOTO: Cortesía DOP Calatayud

 

Con el verano bien entrado, la viña  ya empieza a dar señales  de cómo  puede ser la siguiente cosecha en la DOP Calatayud.  Pese a que todavía quedan varios meses y la climatología puede dar muchas sorpresas hasta el inicio de la vendimia en octubre, los indicadores de floración y  cuajado han sido óptimos en la variedad de garnacha tinta, principal variedad de la denominación,  hasta esta primera quincena de julio.

Tras un invierno frío y una primavera lluviosa y fría, que han llevado a  un retraso generalizado respecto a un ciclo normal y posteriormente un junio con fuertes calores, el posterior proceso de floración ha sido bueno.

La época de floración se inició en torno al 15 de junio y finalizada ésta se puede decir que el cuajado ha sido óptimo, sobre todo en la variedad garnacha tinta, mayoritaria en la zona.

En relación a la estimación cosecha, aunque todavía es muy pronto para hacer un pronóstico,  ya que la vendimia que se realiza a primeros de octubre,  todo hace pensar que va  a ser una buena cosecha en cantidad y calidad. Si las condiciones climáticas siguen siendo buenas y después de las últimas lluvias se estima que podrían recogerse entre 12  y 14 millones de kilos de uva.