Sopesens, padre e hijo

Solemos recoger en estas ventanas la presencia de nuestra gastronomía en medios foráneos, lo que siempre es de agradecer. Y no queremos olvidarnos de los que lo hacen desde aquí, como Alejandro Toquero que, a través de las páginas de la Guía Repsol, contribuye poderosamente a ello. A modo de ejemplo, lo que publicó del fantástico restaurante Gente Rara –reserve, que cada vez será más difícil encontrar mesa–, otro sobre el Cocido en versión mini, también con establecimientos zaragozanos, o el dedicado a las acelgas de colores, donde aparece un productor de Muestra agroecológica, Ecosope.
Por cierto, las hortalizas andan revueltas por los mercado ambulantes, a causa de la temporalidad. Resulta que los sábados, en Parque Venecia. se pueden encontrar tomates, calabacines, etc., que según muchos productores no se cosechan en estas fechas en nuestra comunidad, ni siquiera en invernaderos. El caso es que mucho clientes, despistados, piden, por ejemplo, tomates los miércoles. ¿Nos aclararemos algún día con esto de los productos de temporada?

 

 

Siguiendo con los medios, eldiario.es publica, son fechas, el artículo, 10 vinos extraordinarios para sorprender a tu progenitor el Día del Padre, donde hay presencia aragonesa, probablemente porque la bodega dispone de un buen servicio de promoción. «Ideales para convencer a tu padre de que hay vida mucho más allá de Rioja y Ribera».
Dice: «Grillo, de Bodegas El Grillo y la Luna, DOP Somontano, es un extraordinario coupage de syrah, cabernet sauvignon, garnacha y merlot que fermentan por separado en fudres de roble francés. Es un tinto voluminoso, con la tanicidad y la acidez muy bien logradas, equilibradas con el alcohol, aunque tenga 15,5 % Vol.  Es contundente tanto en nariz como en boca, con mucha fruta negra y el toque a pan tostado que le aportan los 15 meses en barrica. Un premiadísimo vino para winelovers. 15,5% Vol. y 39,90 euros». Damos fe de su excelencia.
Ya saben, para papá, aunque se haya pasado la fecha. Y para los que no lo somos.

 

 

 

Con esto de los nombres modernos de los departamentos y las direcciones generales de la DGA, hasta sus propios comunicadores se lían.  Se llama Dirección General de Innovación y Promoción Agroalimentaria, según aparece en el organigrama del Gobierno de Aragón, pero en una de sus últimas notas aparece como Promoción e Innovación Agroalimentaria.  Aunque quizá no sea lío y cambien el nombre en función de la noticia.
Pues esta iba de los dineros para la promoción nacional de los alimentos nobles. Nada menos que cinco millones de euros que se invertirán, eso sí, en el último cuatrimestre del año, porque parece que en los otros ocho meses no comemos noblemente o no hacemos caso a los reclamos publicitarios.
Al contrario que la exitosa campaña de Pauner, que ha dado a conocer el sello de Artesania Alimentaria a medio millón de personas.
Es lo que tiene que toreros y alpinistas hagan de reporteros, o los cómicos de cocineros, que se triunfa.

 

Cesta marzo Roca BBVA

Si en enero la trufa turolense aparecía en la cesta de los Hemanos Roca, en marzo uno de sus componentes son las nueces son de la empresa Gundín, «un proyecto rural en Montalbán (Teruel) de explotación de nogales en una tierra castigada por la despoblación y falta de oportunidades», que froman parte de un Cremoso de nuez y café. 
También en febrero, hubo presencia aragonesa en la cesta. «La carne procede de Aínsa (Huesca) de la empresa Carnísima. Estos productores de carne ecológica fueron premiados por BBVA como unos de los mejores productores sostenibles de España, gracias a la filosofía ambiental y social que rige la empresa: pastoreo para mantener el equilibrio del entorno, colaboración con pequeños productores de la zona o creación de empleo local». Protagonizan una Carrillera de cerdo al vino tinto con apiconabo.
¿Será que tenemos algún aragonés infiltrado en el Celler?

 

¿Hay ya cocinas fantasma en Zaragoza?