Auberge de Poteaupre Espace Chimay

Auberge de Poteaupre Espace Chimay. FOTO: Cortesía Espace Chimay.

 

Estoy seguro de que ustedes, experimentados cerveceros, más de una vez habrán solicitado y degustado con sumo placer una cerveza de abadía centroeuropea. Si han deseado acotar más el terreno, puede que se hayan interesado porque esta fuera una cerveza elaborada en una abadía de la Orden Trapense. Si así ha sido y llegados a este punto, he de decirles que tienen ustedes un gusto exquisito.

La Orden de La Trapa, surge de una defección de la Orden de los Cistercienses, que a su vez, esta es fruto de una ruptura en la Orden Benedictina. Los trapenses retoman la primitiva observancia de la regla de san Benito y se mantienen fieles a los principios de vivir de su trabajo y recursos propios y, como nos interesa, tal circunstancia proporciona un gran impulso para su tradición cervecera.

Cerveza Trapense no es un estilo de cerveza sino una denominación legalmente protegida, que sólo puede ser utilizada por monasterios trapenses que elaboren su propia cerveza y que cumplan los requisitos que establece la Asociación Internacional Trapense. A estos se les otorga el sello ATP, Authentic Trappist Product. Añadiremos que el sello, a pesar de la coincidencia con sus siglas, no tiene nada que ver con el deporte de la raqueta. No imagino a los monjes, infiltrados en las clasificaciones de los jugadores de tenis.

  • En el año de 1997, son ocho abadías de la Orden de la Estricta Observancia las fundadoras de esta Asociación:
  • Brouwerij der Trappisten van Westmalle, elaborada en la Abadía de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Westmalle, provincia de Amberes, Bélgica.
  • Brouwerij Westvleteren, elaborada en la Abadía de San Sixto en Westvlteren, provincia de Flandes Occidental, Bélgica.
  • Bières de Chimay, elaborada en la Abadía de Nuestra Señora de Scourmont en Chimay, provincia de Hainaut, Bélgica.
  • Brasserie d´Orval, elaborada en la Abadía de Nuestra Señora de Orval en Villiers-devant-Orval, región de Gaume, Bélgica.
  • Brasserie Rochefort, elaborada en la Abadía de Nuestra Señora de Saint Remy en Rochefort, provincia de Namur, Bélgica.
  • Brouwerij Benedictusabdij de Achelse Kluis, elaborada en la Abadía de Nuestra Señora de San Benito en Achel, provincia de Limburgo, Bélgica.
  • De Koningshoeven Brouwerij, elaborada en la Abadía de Nuestra Señora de Koningshoeven en Berkel-Enschot, provincia de Brabante Septentrional, Países Bajos.

A estas, seis belgas y una holandesa, habría que añadir la Abadía de Mariawald en Heinbach, Renania del Norte-Westfalia, Alemania. Su producción de cerveza fue operativa hasta el año 1956.

Los criterios establecidos para pertenecer a dicha Asociación, son los siguientes:

  • El producto debe elaborarse dentro de los muros o en las proximidades del monasterio.
  • El producto estará elaborado por o bajo la supervisión de la comunidad monástica y la operación debe de estar subordinada al monasterio y su cultura.
  • Los ingresos serán usados para el sustento de los monjes y para el mantenimiento del monasterio y el sobrante dedicarlo a obras sociales.

En la Guía de Estilos de Cerveza de 2015 del BJCP, Programa de Certificación de Juez de Cerveza en sus siglas en inglés, dentro del apartado dedicado a las trapenses –Trappist Ale–, establece cuatro estilos. Hay que decir que no todas las cerveceras pertenecientes al sello ATP obligatoriamente los elaboran todos ni tampoco exclusivamente. Los tipos más característicos de este tipo de cervezas son: Trappist Single, Belgian Dubbel, Belgian Tripel y Belgian Dark Strong Ale, Quadrupel.

Desde el origen del sello ATP, se han producido algunas variaciones sobre todo en cuanto al tema de la suma de otras Abadías de la Orden, en otras localizaciones geográficas. Es el caso de la Abadía de Engelszell en Austria, la de Saint Joseph en Estados Unidos, la Brouwerij Abdij Maria Toevlucht en los Países Bajos, la Abadía de Tre Fontane en Italia y, recientemente, la Abadía de Mount Sant Bernard en Inglaterra. Otras dos cervezas, que se pueden considerar trapistas, pero que no pueden lucir el codiciado sello son la Abadía de Mont des Cats en Francia y la del Monasterio de San Pedro de Cardeña en Castrillo del Val, Burgos. En el primer caso por el hecho de que la cerveza que comercializan se elabora en Chimay y en el caso de la española, porque no la elaboran los monjes dentro del monasterio.

Desafortunadamente, tenemos que señalar que Achel, la cervecera de la Abadía de San Benito en Limburgo, no podrá seguir utilizando el sello. La falta de monjes ha sido la causa de su pérdida. La cerveza se continuará produciendo en Westmalle, pero ya no formará parte de tan selecto grupo.

Acabaremos con el lema que figura en la entrada de la Abadía de San Remy en Rochefort, que dice, Curvata, resurgo, que en una traducción libre vendría a ser Caigo, me levanto. No es mal consejo, incluso cuando se aplique al poco recomendable abuso de la cerveza.