Emilio Peña, propietario de establecimientos de El Tubo como El burladero, El Champi, Vinos Nicolás y Ö Gastrobar, asume la dirección del restaurante

No solo se mantendrá la elegancia de sus salones, sino también
el equipo de profesionales que lo conforman

 

Septiembre es el segundo enero del año: el mes de los propósitos, los nuevos caminos y las novedades. Es el caso de El Chalet, el emblemático restaurante de Calle Santa Teresa de Jesús donde hasta ahora servía sus platos el chef Ángel Conde. 

Y aunque Conde ha colgado el delantal, el restaurante, famoso en Zaragoza por sus steak tartar y su terraza interior, sigue su andadura en la ciudad, aunque desde hoy con nuevos nombres en sus filas. A partir de septiembre, El Chalet comienza una nueva era con nuevos propietarios, pero con la misma esencia en su carta.

Emilio Peña, empresario que ya dirige establecimientos de El Tubo como El Burladero, El Champi, Vinos Nicolás y Ö Gastrobar, asume la propiedad del restaurante junto a un nuevo equipo directivo dispuesto a conquistar los paladares de los comensales como ha hecho el restaurante hasta ahora.

Si algo han querido mantener los nuevos propietarios del restaurante es la esencia de El Chalet: continúa caracterizándose por la elegancia y calma de sus salones, la profesionalidad de un equipo de cocina que se mantiene intacto y la exquisitez de sus antiguos platos, que permanecerán con toda su esencia y sabor en su carta.

La apuesta de Peña es dinamizar la preciosa terraza interior, oasis en pleno centro, en el que además del servicio habitual trae sorpresas que muy pronto se desvelarán.

El rumbo gastronómico de El Chalet se mantiene intacto

Un cambio de propietarios en El Chalet no implica que no se vaya a poder disfrutar de las recetas que tanto han hecho gozar a muchos. De hecho, toda la carta del restaurante va a seguir intacta, tal cual reinaba en sus mesas hasta ahora para poder disfrutarla en horarios de cocina de 13:30 a 15:30 y de 21:00 a 22:30 horas.

Y claro, entre esas recetas que tanto renombre han dado al restaurante aparece el plato estrella que lo caracteriza: el steak tartar al aroma de Calvados. Aunque también encontrarás otras especialidades de las más solicitadas como el ternasco fino deshuesado, la muselina de erizo de mar al azafrán de Jiloca o los raviolis de centollo y marisco, pasta fresca y crema de cigalas.

Estos platos los encontrarás en la carta o en cualquiera de sus dos menús, que también se mantienen completos. El de carta a precio cerrado incluye tres entrantes para degustar, un pescado o carne para elegir, postre a la carta, aperitivos, pan, agua y vino recomendado.

El menú gastronómico incluye, además de agua, pan, vino blanco y tinto, seis aperitivos de la casa entre los que encontrarás el sabor de la tierra en el lomo de ternera del Pirineo y la cremosidad de la tarta de queso con sorbete helado de frutos rojos, entre otras delicias.