Inquietud e innovación en la margen izquierda

Los hermanos Samuel –con uno de sus licores– y David Sariñena disponen de su propio vermú, Celda. Foto: Gabi Orte Chilindrón.
Hay restaurantes que, una vez encontrado su camino, juegan a mantenerse en el mismo sin apenas modificar sus propuestas. Otros, en cambio, sin abandonar sus principios están constantemente apostando por la innovación y una continua renovación. Mazmorra pertenece a los segundos. Desde que abrieron en 2018, los hermanos David y Samuel Sariñena buscan una cocina creativa, en un entorno muy agradable, con mesas amplias y bien espaciadas, que recuerda la sala de billares que fue antaño.
Los numerosos galardones en menos de siete años –solete repsol, mejor tapa, mejor croqueta, etc.– y su posicionamiento en diferentes listados, avalan su cocina, que utiliza productos de proximidad, con gran presencia del aragonés, y gusto por los trampantojos, tan queridos por sus clientes. Imprescindible resulta el de tomate, una brandada de bacalao recubierta con gelatina de pimiento, como su premiada Croqueta de borrajas, jamón de Teruel DOP, cebolla dulce de Fuentes y ajo rojo de Arándiga.
La carta es bastante amplia, por lo que resulta astuto recurrir a cualquiera de sus menús, el Viajero –aperitivo, tres entrantes, segundo a elegir y postres al centro–, que crece el fin de semana, el festivo o el Gourmet, degustación en ocho pases. En ellos aparecen, platos tan representativos como Espárrago de Novillas IGP Navarra al dente con vinagreta de jamón de Teruel DOP, pepinillo agridulce de Caspe y mahonesa de alcaparras; Arroz meloso de carrilleras de Teruel con miel de romero; Canelones melosos de carrillera con salsa española y huevo a baja temperatura; Lomo de corvina asada con salsa de puerros, crujiente de hortalizas y tomatitos cherry; o Albóndigas de Ternasco de Aragón IGP con trufa Tuber melanosporum de Albarracín y salsa de almendra marcona del Bajo Aragón; o Tiramisú by Mazmorra Canelón de gelatina de café y Amaretto con crema de queso y cacao.
Por si fuera poco, se dedican a la maceración de licores y hasta disponen de varios vermús propios, la gama Celda, idóneos para abrir el apetito, especialmente si se acompaña de una esferificada gilda.
Mazmorra ha logrado en muy poco tiempo el fervor del público zaragozano, que busca esa inquietud e innovación.
J.M.M.U.

Albóndigas de ternasco de Aragón IGP. Foto: Gabi Orte Chilindrón.
Restaurante Mazmorra. Valle de Broto, 18. 50015 Zaragoza. 976 048 618. Horario, de miércoles a jueves: de 12 a 17 horas, cocina de 13 a 15.30 horas; viernes y sábados: de 12 a 24, cocina de 13 a 15.30 y de 20.15 a 22.15 horas; domingos: de 12 a 18 horas. Cierra lunes y martes. Precio medio a la carta: 40 euros. Menú Viajero, de miércoles a viernes: 28,90 euros, sábados y domingos, 35,90 euros, sin bebida; Menú Festivo: 40 euros, sin bebida; Menú Gourmet, a mesa completa: 48 euros, sin bebida. Dispone de reservado para 15 personas. Terraza. Comida para llevar. Admite tarjetas. Aparcamiento fácil.