Ya la hemos liado. Informa El Diario de Huesca que en pleno proceso de formación de la DOP Aceite del Somontano, el resto de la provincia se ha rebelado y «Ceder Monegros, Ceder Oriental (Bajo Cinca, Cinca Medio y Litera) y Cedesor (Sobrarbe y Ribagorza) han presentado, al igual que Adesho (Hoya de Huesca) han presentado alegaciones a la Dirección General de Promoción e Innovación Agroalimentaria [en realidad es de Innovación y Promoción; ya nadie se aclara] con el objetivo de que la denominación de origen protegida Aceite del Somontano en tramitación se extienda al conjunto de la provincia».
Al parecer hay argumentos a favor y en contra, todos respetables, pero este tapao entiende que las denominaciones de origen deben tener una personalidad muy definida para cumplir con su propósito de proteger el producto. Y, ciertamente, aprecia muchas diferencias entre el Somontano de Sobrarbe y los Monegros, por ejemplo.
Con elecciones por medio, cabe suponer que el asunto irá para largo, o no. Quizá dependa de la continuidad del actual equipo de Agricultura.

 

Se está imponiendo una polémica medida en determinados restaurantes, que consideran que una comida o cena de, por ejemplo, 15 personas es una celebración, por lo que los precios de los menús son más altos que si, por ejemplo, reservarán tres mesas de cinco. Entiende uno que no es lo mismo dar de comer a diferentes mesas que celebrar un banquete de boda, pero de ahí a considerar a cualquier grupo −una comida de empresa mismamente− como banquete parece una exageración.
Y recuerda uno que, hace décadas, un amplio restaurante de las Cinco Villas cobraba más por una comida de comunión que por la misma si no había sacramento por medio. Así que un astuto ejeano reservó la mesa y ahí se presentó con sus invitados. Al ver el vestido blanco de la hija, el dueño reclamó más dinero por la comida y comenzó la discusión. No llegaron a las manos y el hostelero no se salió con la suya.
¡Qué diferencia con esa hostelería que mima al cliente! «¿El espumoso en copa flauta o en una de vino?», le preguntaron al editor de estas páginas, atendiendo a la actual tendencia de disfrutarlos en copas más amplias. Fue en Goralai, gracias a su sumiller Jasone San Martín, que usa en su restaurante copas Spiegelau Riedel. ¡Chapeau!

 

Nos cuentan desde La Comarca que Teruel acaba de perder la única explotación de vacas lecheras, que se ubicaba en Alcorisa. 3000 litros diarios de leche que se convertían en queso en Ejulve y en yogur en Caspe, además de servir a la Cooperativa Láctea Altoaragón. Así nos va.

 

 

Como siempre, Remartínez nos sorprende con sus reflexiones y nos alegra una grisácea semana. Pero hemos cumplido, aquí está el texto, aunque quizá menos sabroso de lo deseable. Es lo que hay.

 

¿Habrá unión de estaciones?